Santo Domingo,República Dominicana. 2 de Mayo de 2016
Esto que escribo ahora, no lo escribí por causa de familiar alguno, reitero, es necia cualquier familia mía que se sienta aludida una vez que he hecho claro que no debe hacerlo.
No insista usted en que me declare en victoria porque quienes me tienen que declarar en victoria son mis conspiradores, hijos de mi conspirador principal, el dragón. Sí, porque él nada puede hacer si no cuenta con un vehículo humano para materializar algo. ¡Que me declaren ellos en victoria! ¡No! ¡Más bien, en vez de declarar con sus bocas, que actúen! Pero si actúan a estas alturas y no me ven sonreír, entiendan! Ya se robaron mis años de fuerza productiva.
Yo sé que hasta el día en que yo muera, este fantasma se levantará de cuando en vez, porque el diablo es espíritu y no se cansa.
¡Que daría yo que a este muerto social lo dejen descansar en paz en su lápida, en su casa! Pero eso demasiado que pedirle al diablo.
¿Sienten remordimiento? Yo lo dudo hijos de las tinieblas. ¡Dejen sus paquetes, paqueteros! Mi bien no desean sino mi mal, porque con mi mal dicen: "porque no está correcto delante de Cristo es su situación, siendo todo lo contrario.
Yo soy un muerto social, pero yo no me suicidé, yo fui asesinado socialmente por los principios que defiendo. El que tenga sabiduría entienda eso.
