Santo Domingo, R.D. 12 de Mayo de 2020
La expresión "Un Santo de Cristo sin el Espíritu Santo" es un dislate.
El 18 de enero del año 2014, publiqué una entrada con el título: "Oscuridad del Capítulo 2 de Segunda de Tesalonicenses."
Hoy me encuentro tratando el mismo pasaje de la Biblia; pero esta vez no por su oscuridad.
Muchos intérpretes de la Biblia y yo coincidimos en que la iglesia de Jesucristo (los muertos en Cristo y los vivos en Cristo) seremos repentinamente transformados y elevados hasta las nubes para recibir a Cristo en persona, al mismísimo Jesús. Pero no coincidimos en cuando sucederá con relación a la manifestación del anticristo.
La Biblia me enseña que este evento tendrá lugar después de la manifestación del anticristo. Pero mis contrarios dicen que la iglesia de Jesucristo y el Espíritu Santo impiden la manifestación del anticristo.
Este error olímpico contradice la palabra de Cristo que dice, "Sin mí, nada podéis hacer."
Si esa barrabasada de mis contrarios no fuera una barrabasada, habría que arrancar de la Biblia todas las páginas en dónde se Lee que los santos elegirán morir asesinados antes de dejarse marcar por la bestia.
Porque un hombre sin el Espíritu Santo jamás jamás, jamás jamás, jamás jamás jamás podrá decirle NO al anticristo.
Elemental mi querido contrario, elemental.
