Santo Domingo, República Dominicana
Miércoles 12 de julio de 2023
[UNIDAD EN EL ESPÍRITU SANTO CRISTIANOS]
[MIENTRAS BUSCO UN CRISTIANO RICO SE SECAN HIGUERAS]
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CONGREGARSE ES MANDAMIENTO DE JEHOVÁ; PERO NO ES EL MÁS IMPORTANTE
Congregarse es agradable a Jehová cuando primero cumplimos con otro mandamiento más importante que congregarse, aceptar corrección real. Cuando no se acepta corrección real, congregarse es abominable.
¡Oye bien! Aceptar real corrección es siete mil millones de veces siete más importante que congregarse.
Es repugnante y abominable la malicia de los que interpretan la Biblia sin jerarquizar sus preceptos. Obedezco el precepto de honrar a padre y madre; pero si ellos me invitaran a ponerme de rodillas frente a un ídolo, no los honraría con mi obediencia a ellos. Al deshonrarlos estaría jerarquizando preceptos. Amar a Jehová sobre todas las cosas tienen preeminencia sobre honrar a padre y madre. ¿Está de manera explícita lo que acabo de escribir escrito en la Biblia? --- No. Pero todos los que tienen el Espíritu Santo no lo pensaron dos veces para aceptar como verdadero lo que en este mismo párrafo he escrito.
El ejemplo del párrafo anterior es universalmente aceptado porque no afecta intereses económicos.
¡Prepárece para enojarse! Así como por boca de Isaías, Jehová llamó abominable a todas las cosas buenas, dentro de ellas, las fiestas solemnes, así mismo, yo mismo, no por sueño, no por mensaje de ángeles, a discreción, contando con mi conocimiento en el Señor Jesucristo, yo también llamo abominable a todas sus fiestas solemnes porque han hecho caso omiso a toda palabra que Jehová me ha dado. Y así como los fariseos sabían que Cristo les hablaba la verdad y por avaricia la rechazaban, así se rechaza mi palabra, que no es mía, sino de Cristo.
Pablo dijo por el Espíritu que no dejáramos de congregarnos. Yo, Rolando, digo que congregarse es abominación toda vez que un creyente trate de asesinar la voz de su conciencia que le insiste en la corrección respecto al diezmo, por ejemplo, y muchas otras cosas. Pero solamente puede tratar de asesinar esa voz en la conciencia porque ha sido Jehová quien la ha puesto ahí, jamás la podrían callar.
Bendigo en el nombre de Jesucristo a quienes al jerarquizar, algo que hay que hacer cuando es necesario, ponen la palabra de Cristo en primer lugar. Éstos oran en secreto porque Cristo lo ordenó, mientras otros, como los fariseos, oran en público. Éstos, como Juan el Bautista, quien por ser hijo de sacerdote tenía derecho a ser sacerdote, éstos, abandonan todo privilegio y salen de en medio de «cristianos» guiados por satanás; porque la presencia de un santo de Dios endosa a pecadores impenitentes. Congregarse con pecadores impenitentes es abominación.
¡Vaya! Tengo que admitir que son duras estas palabras.
