Santo Domingo, República Dominicana
Zacarías 8:10 << ... y Yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero.>>
NO NOS DEJES A NUESTRA SUERTE
La desobediencia y rebeldía impenitentes, no de los incrédulos, sino de los que invocan el nombre de Jesucristo, hacen que Dios nos deje hacer como mejor nos parezca, y nos observa para ver hasta donde somos capaces de llegar con nuestra rebeldía impenitente.
Soy un predicador de la verdad de Cristo, y toda la energía que pude haber empleado para predicar a los incrédulos y ganar sus almas, toda esa energía la he consumido predicando a los que invocan el nombre del Señor. Por una razón: primero a los de adentro para entonces poder corregir a los de afuera.
Señor y Dios, Padre Eterno, no nos dejes a nuestra suerte. En cambio, por tu infinita misericordia haz una intervención en el corazón de mis hermanos cristianos que se niegan por completo a cambiar sus errores. No quieren cambiar los errores que bíblicamente les son mostrados.
Por ejemplo de todo lo que digo, yo pongo el desorden sin entendimiento de muchos de nosotros, y comparto un enlace a un vídeo en el que hablo más detalladamente sobre ésto.
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También comparto este otro vídeo en el que con dolor veo la próxima generación que cree que con el desorden se glorifica a Dios.
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