Santo Domingo, Rep. Dom. 3 de Febrero 2017
Piensa tan solo un momento
en aquel agrio dolor
que por desgracia o desdicha
a ti te dieron tormento.
Si tienes capacidad
te pido por un momento
que midas el sufrimiento
que a ti te proporcionaron.
¡Dime si te quebrantaron,
si te drenaron las fuerzas
con veneno y con vileza
de nauseabunda traición!
Pusiste tu corazón
como prenda en el contrato
y el acreedor,
sin causa que lo amerite
te lo devolvió en pedazos.
Si el hombre pudiera pensar en su propio dolor cada vez que va a traicionar a Dios, tal vez podría entender lo malvado que es ser desleal al ser que todo te lo ha dado, Jehová , el único Dios.
La palabra que baja del cielo es una espada que atraviesa el corazón y penetra profundo, profundo, profundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario