EL UNGIDO DE JEHOVÁ

 SD. RD. Lunes 4 de enero de 2021

El tipo de hipocresía que muchas veces tenemos que sufrir los verdaderos hijos de Dios llegará a su fin con el retorno de Cristo.

Este recién convertido que a penas recibió el Espíritu Santo ya está predicando. Pero nadie expresa objeción. Nadie le pregunta si está seguro de que Dios lo ha llamado con este ministerio. No tengo intención de hacer esto muy extenso y diré que el único ministerio (según los hipócritas) que necesita que usted se asegure bien de que eso es lo que Dios quiere que usted haga es el ministerio del pastorado.

Esta posición no nos debe parecer extraña, y es que el pastorado es la herramienta para ejercer poder en el mundo evangélico. Aunque Dios la diseñó no para enseñorearte de los que están a tu cargo, sino para servir de guía espiritual, temporalmente, hasta que la persona haya madurado y se ponga a cargo de otra que necesite asistencia espiritual.

¿Qué problemas podría tener un enganchado (así se describe a una persona que ejerce un ministerio sin el consentimiento de Dios) si se enfrenta a un endemoniado o poseído? La respuesta es que tendrá una mala experiencia.

Pero el velo fue rasgado y este libre tránsito permite a todos hacer como mejor les parece. Sin embargo, Dios es el juez.

Así que el enganchado dice, "don diablo, usted es de los míos, yo estoy aquí para hacer el mal dentro de la iglesia de Jesucristo. A mí no me avergüence usted. A mí no, que somos del mismo equipo."

No a todos se les ha transferido la unción del Espíritu Santo con la imposición de las manos, y Dios es el que forma estos dos grupos.

Mi única objeción es que para predicar debes conocer LA PALABRA; para pastorear debes conocer LA PALABRA. Así que si eres un neófito, debes recibir asistencia hasta que seas diestro en la PALABRA.

Ungido y con el conocimiento de la Palabra, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo (1Samuel 10:7).