Santo Domingo, República Dominicana
Yo era cristiano y todavía quedaban residuos de mi vida de inconverso. Antes de aceptar a Cristo, yo me consideraba bueno porque aborrecía la brujería, amaba la justicia, etc. Pero luego de aceptar a Cristo, tuve que trabajar muchas áreas de mi vida, y me hice consciente que para los estándares de Dios yo era una mala persona, y que hacía muchas cosas en contra de la justicia de Dios. El satanás es violento contra Jehová, y yo ayudaba a el satanás de muchas maneras y no lo sabía. Basta con estar vivos para estar colaborando con el satanás sin que ni siquiera lo sepamos.
No hay una posición neutral. Simplemente, el hombre no tiene la capacidad de vivir sin actuar en favor de las tinieblas. Aquel que logre no hacer el mal ha cumplido la ley; no podría ser condenado por Dios. Si no colaboras con el satanás y no ofendes a Dios, aunque no le sirvas a Dios, no podrías ser condenado por Dios. Ésa sería una posición neutral.
No existe hombre capaz de vivir toda una vida en la neutralidad sin pecar. Por lo tanto, Cristo es imprescindible. Así que debemos pasar al extremo del bien, donde está Jesús.
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