SD. Rep Dom. 14/Nov/2022
Pilato pensó que quedó bien ante Dios y los hombres. Porque ni se suicidó políticamente ni tuvo que ver con el asesinato de Cristo, éso pensó.
Señores, aquí no hay injusticia de Dios porque cada alma tendrá la disyuntiva de perder la vida terrenal (vivir como si hubieses perdido la vida, o perderla literalmente), o ganarla. Si pierdes esta vida, ganas la eterna. Si encuentras la terrenal, perdiste la eterna, sin excepción de persona.
Escuché a una persona de los medios cristianos dominicanos expresar la idea de lo imprescindible que es la unión del cuerpo de Cristo para poder recibir el bautismo en el Espíritu Santo y los dones que vienen con el bautismo. De los 32 años que tengo en el evangelio llevo más de 24 años predicando éso, y de esos 24 años, 10 han sido por este medio, por este blog. Uno de los ejes transversales de mi predicación es la unidad del cuerpo de Cristo.
El enfoque del hermano es que en cada iglesia local exista esta unidad exigida por Cristo. Sepa hermano que lo mejor para tener paz es hacerse el chivo loco y mirar para otro lado respecto a este asunto en particular de la unidad del cuerpo de Cristo. Porque si se empeña en que esta unidad exista, prepárese a darse puñetazos de ahí a ahí con el diablo. Y mi deseo es que sí, es que se empeñe en esta unidad a pesar de. Ésto no es para hacerle desmayar, sino para que prepare su corazón y avance.
Se me ocurre que una de las maneras en que esta unidad se puede dar de manera general es si se da de manera local primeramente, en cada iglesia. ¡Quiera Dios que se haga una tendencia!
Quiero que muchos cristianos de mi generación puedan en el día del juicio lavarse las manos como yo diciendo al Señor: «He golpeado con todas mis fuerzas el clavo exactamente en el centro de la cabeza.»
¡Basta ya de retrasar el proyecto de Dios! ¡Hagamos ésto nosotros! No lo dejemos a la próxima generación!
Porque Jehová es la variable independiente. Sus condiciones no cambian.
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