Santo Domingo, República Dominicana. 26/feb/2012
Estoy algo aburrido porque casi todas las cosas que me gustaría tener no las tengo: no tengo trabajo, no tengo dinero, no tengo compañeros que crean en Cristo como yo lo hago y el desaliento me quiere hacer desmayar. Pero luego pienso que por el momento no soy perseguido de muerte, no padezco dolencias físicas ni ninguna cosa de las que ya me han acontecido que causan real dolor. Entonces le digo al Señor: muchísimas gracias Jesús.
Hablo conmigo y me digo: sabes que puede ser peor, y que aceptaste estas condiciones al convertirte en nueva criatura en Cristo, cambiando tus metas y tus prioridades y las alineaste a las de Jesús.
Respecto a los padecimientos, los míos son inteligentes porque no son gratuitos; pero en el mundo hay mucha gente sufriendo de manera gratuita al diablo y luego sufrirán eternamente. A ti que estás sufriendo gratis para el enemigo de la justicia te digo: ven a Cristo y te garantizo aburrimiento, depresión, dolor, vergüenza... aunque no constantemente, pero también escape de la ira venidera; o quédate en el mundo disfrutando de instantes, de momentos que cada vez son más cortos, de una falsa felicidad. ¿A quién vamos a engañar?.
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