Santo Domingo, República Dominicana
Cuando escuchamos a quienes nos dan consejos para que salgamos de un estado emocional doloroso, sin que hayamos ido a la universidad para convertirnos en psicólogos, notamos con mucha facilidad la diferencia entre el consejero que nuestra empatía y el que no lo hace. El que nuestra empatía, aunque insiste en que abandones la auto-conmiseración, te ayuda a sanar. Del que no muestra empatía te libre Jehová cuando estés en tu desierto.
A los que están viviendo una vida que les hace pensar que no hay manera de repararla les tengo este mensaje de parte de Dios. Jehová te dice que no existe vida tan enredada que Él no pueda desenredar; ni tan dañada que Él no pueda reparar.
Con el párrafo anterior cumplo con Jehová como sirviente de Él que soy. Pero mi vida nunca fue complicada. Así que no sé lo que se vive al salir de una vida que parece no tener remedio. Por lo tanto dejo que sean aquellos a quienes Dios ha levantado de vidas imposibles de reparar quienes te digan si es fácil o no. Yo me abstengo de decirte si es fácil o no. Pero testifico que Dios me ha permitido ver cómo Él reparar vidas imposibles de reparar.
He cumplido como sirviente. Dios rescate y salve tu alma. Ése es mi deseo.
Súper interesante!
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