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lunes, 26 de enero de 2015

JUAN PABLO DUARTE, SI ESTÁS EN EL CIELO, NI TE ATREVAS A MIRAR PA´ ABAJO

Santo Domingo, República Dominicana. 26 de Enero, natalicio del Padre de la Patria.  26-Ene-2015



El Clientelismo no es de Dios


El clientelismo no es de Dios y como muestra tenemos al Sol que sale por obra y gracia de Dios, para los justos y los injustos. Si Dios fuera clientelista pondría un tapón en las narices de los injustos y se asfixiarían.

¡Oh Señor! ¡Mira hasta donde ha llevado el diablo a la humanidad! Esta bestia pone al hombre a elegir una de dos; uno: a convertirse en un cazador sin principios o con principios de hule. O, dos: a convertirse en presa del sistema, alimento para buitres. ¡Pero no se asuste nadie! Porque lo peor no ha pasado. Todavía puedo comprar y puedo vender sin ser obligado a ser cliente de la bestia. El derecho a trabajar, como un maldito ladrón que es, me lo ha robado; sí, me lo ha robado porque no soy cliente suyo ni lo seré.

¡Hey! Yo no he perdido la razón. Yo conozco las implicaciones de no ser cliente. Conozco aun las implicaciones de no ser cliente de la "Iglesia de Cristo". Sí, incluso de la "Iglesia". ¡No crea nadie que yo procuro compungir a quienes se hacen llamar cristianos y conocen mi caso y tienen poder, o influencia, o lo que sea para que un hombre justo salga de una difícil situación de injusticia. Yo he sido en República Dominicana, lo que ha sido Cuba en América, si vale la comparación. 

Yo no sería el primero en llegar a ochenta años muerto del hambre tan solo por el hecho de pensar diferentemente que ... Por esto digo que no espero compungir a nadie porque yo conozco el corazón de acero de este pueblo. Cada pueblo tiene sus características. Se dice de los norteamericanos, que no comen cuentos con sus impuestos y como ejemplo, algunos dicen que el único error de Al Capone fue meterse con los intereses del Tio Sam.

Así, República Dominicana no come cuentos con esa vaina del clientelismo, aunque el país se vaya por la letrina.

Serás cliente. Este es el único y grandísimo mandamiento del dominicano. Este mandamiento está metido en los tuétanos del pueblo de suerte que se evidencia hasta en "el cuerpo de Cristo, la Iglesia". Por eso digo que no procuro mover el sentir de nadie, porque seguiré asido a la verdad de Cristo, y esta proclamaré. Y como la verdad de Cristo es una espada que hiere a diestra y a siniestra, me hace enemigo de todos los enemigos de la verdad pura de Cristo. Por ende, hasta hoy, yo no califico para ser cliente de ninguno de los grupos existentes en el planeta tierra. Pero el legislador dijo que yo tengo derecho a un trabajo digno. Por esto digo: Maldito el mentiroso que me ha robado mi derecho, atentando contra mi vida y contra la vida de mis hijos. ¿Te sorprendí? ¡No te sorprendas y lee lo escrito en (2da Reyes 2:24), o lee lo escrito en (Deuteronomio 27:11-26) !

¡Y no digas que hay contradicción entre (Mateo 5:44) y las citas anteriores! ¡No saques de su contexto a Mateo 5:44!

Esto no es una apología a los maldicientes, pero oye otra vez:
¡Maldito el mentiroso que me ha robado mi derecho!

Postdata:
Nos han enseñado a suplicar a hombres por aquello que nos pertenece por derecho.
Otra postdata:

Ser cliente supone tu fidelidad a una persona o espíritu, o grupo de personas o espíritus de quien o quienes tienes cierta dependencia, y esta fidelidad se supone hasta cuando estos de quienes dependes sean contrarios a Dios. Ser cliente incondicional es un pecado. 
 

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