Santo Domingo, República Dominicana. 04 de Noviembre de 2015
Yo prohíbo a mis ojos que vean como una posible compañera a quien fue esposa, concubina, novia, o novia de infancia, de abrazos y besitos de un hermano mío, o de mi padre, o de un tío mío, incluso aquella que fue de un amigo cercano; no aquella que fue de un conocido con quien no hubo amistad cercana.
Yo prohíbo a mis ojos que vean a estas mujeres aun cuando esas personas a quienes he mencionado hayan tenido mil parejas distintas después de terminar con esas mujeres que he mencionado.
El santurrón ha hablado. Pero un santurrón que no va para el infierno en el nombre de Cristo quien me guarda.
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