EL MISTER MAGÚ DE JEHOVÁ

Santo Domingo, República Dominicana. 17 de Enero de 2016

Es posible que podamos aplicar para hoy y ahora la enseñanza en Apocalipsis 17:16. ¿Qué enseña Apocalipsis 17:16?--- Enseña que el pseudo-pueblo de Dios, auto-engañado y engañado por el diablo, es devorado por este mismo diablo cuando ya el pseudo-pueblo nole es de utilidad. Esto enseña Apocalipsis 17:16.

¿Y cómo podemos aplicar esta enseñanza para hoy?--- De la siguiente manera: El diablo usa al pseudo-pueblo y le tolera hasta cierto punto; pero cuando el pseudo-pueblo, creyendo que es pueblo legítimo de Jehová, ataca al diablo en serio, entonces este con violencia devora al pseudo-pueblo. En el libro de los Hechos hay una muestra de cómo todo está bien entre el dialblo y el pseudo-pueblo hasta que el pseudo-pueblo se pasa de su línea. Narra la Biblia la manera en que unos hombres quisieron echar fuera un demonio en el nombre del Jesucristo predicado por Pablo; pero todos esos hombres fueron avergonzados por el demonio aquel. Y es que sin Mí nada podrás hacer dice Jesús.

En Apocalipsis 17:16 se narra como en el futuro lejano o cercano, solamente Dios lo sabe, el diablo devorará la pseudo-iglesia porque ya no le servirá a los reyes como herramienta para manipular a las masas. Pseudo-iglesia, a ti te usan. ¿Lo sabías?

Le digo yo a mi pseudo-hermano: ¡No perjures porque eso es desobediencia a Cristo! Y él me responde: No te oiremos. A nosotros no nos digas nada, divorciado orgulloso. Y yo sorprendido digo: ¡Oh!

Cambiando ligeramente de tema, a mis hijos les enseño con afán la prudencia en la vida, frente a Dios y frente a los hombres; pero también les enseño que aunque sea la prudencia de un hombre perfecta en sumo grado, sin Cristo, su prudencia es basura y para nada útil, y la razón de esto es el príncipe de este siglo. En cambio, si tengo a Cristo, quien discierne las intenciones del corazón, y solamente Él ve lo que hay en cada hombre; si tengo a Cristo, y si fuera el más torpe de los hombres, entonces sería el Mister Magú de Jehová, hollando al cachorro de león y al dragón sin ni siquiera saberlo.