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viernes, 1 de marzo de 2013

SI OYEREIS HOY SU VOZ...

Santo Domingo, República Dominicana. 01-Marzo-2013

¿Cuántas veces has tenido el conflicto interno: "seguir a Jesús-no puedo ahora"? ¿Cuántas veces has pensado que es demasiado grande el sacrificio debido a las condiciones que Cristo pone? ¿Cuántas veces te has asustado por la posibilidad de ver un milagro el cual te obligaría a que tomes una decisión definitiva y prefieres no ver la gloria de Dios para tener siempre el pretexto que se presenta a la consciencia como la duda de la existencia de Dios? ¿Existe Dios? Y es esta duda la armadura que te cubre y temes que la revelación del Padre te ponga entre la espada y la pared, porque no te sientes preparado o preparada para aceptar a Jesús. 

Si te sirve de consuelo, nadie jamás ha aceptado a Jesús sin vencer este conflicto mental. Incluso los que nacen y crecen en la fe, al ser adultos tendrán este conflicto para el desarrollo de una relación genuina con Dios. De alguna manera Dios te pondrá un escenario en el que por fe te jugarás el todo por la vida eterna. El exige ser amado por sobre todo. Pero es importante saber que no todo aquel que se identifica como cristiano ha tenido este conflicto para renunciar al mundo, porque muchos falsamente entran al redil sin renunciar al mundo y viven una doble vida. Pero si tu tienes este conflicto y vences al dar el paso de fe, tú sí serás un verdadero cristiano, porque con tu consciencia estás obrando, los falsos no tienen consciencia, el mal los ha convertido en máquinas de pecado, son títeres del mal. Y tú al dar este paso te encontrarás con la sorpresa de la presencia de Dios en tu vida, caerán sobre ti los rios de aguas vivas (El Espíritu Santo), la manifestación tangible de Dios para los que hoy creen. Pero esto ocurre con la absoluta renuncia al mundo y la absoluta entrega a Cristo.

Después del milagro del Espíritu Santo, cada creyente tiene su propia experiencia, su propia historia con Cristo. No es la mía el modelo estandar para las demás ni viceversa, aunque la santidad es un aspecto común para todo creyente.

No todos los que son están, ni todos los que están son. Si eres de los que son, y aun no estás: ¡Esfuerzate y se valiente! ¡Renuncia al mundo y acepta al Señor Jesús! ¡Desplómate en Él, y vuelve a nacer del agua y del Espíritu! No sé como muchos quienes condenan el jucio a priori, juzguen algo que nunca han experimentado. El que prueba el Espíritu Santo de Dios en verdad, jamás come basura.

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