Santo Domingo, República Dominicana. 7 de Enero de 2014
Dios:
Dios:
Hijo, levanta esta carga!
Dios y una persona, por simple inspección se dieron cuenta de que esta no podía levantar una carga. La persona sudó tratando de levantar la carga y casi se desplomó del cansancio.
La Persona:
Dios:Perdóname Dios mío, pero no te pude obedecer. No logré lo que me pediste.
Sí lo hiciste, al agotar todas tus fuerzas intentándolo. En eso consiste la obediencia a mí, en puros y sinceros intentos. Luego llega el momento en que te pido que levantes la misma carga y te resultará más liviana que una pluma.
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