LA MAITRESSE Y PUERTAS ESPIRITUALES

Santo Domingo, República Dominicana. 20 de Febrero del 2014

Las metresas son un género de demonios que toman control absoluto de la voluntad de un ser humano. ¿De dónde proviene este nombre "metresa"? Esta palabra no se encuentra en la Biblia, pero he oído que con ese nombre se identifican varios demonios cuya especialidad es desenfrenar en lujuria al hombre o la mujer. No todos los demonios tienen la capacidad de tomar control absoluto del ser humano pero estos sí. Sin embargo es necesario que primero se les abran puertas. ¿Cómo se abren las puertas a estos demonios? En realidad todo ser humano que no ha aceptado a Jesucristo como su salvador y no está cubierto con la sangre del cordero, tiene sus puertas abiertas 24/ 7 los 365 días del año. En muy, muy, muy doloroso lo que voy a decir: Este género de demonios tiene como blanco específico a los lavados con la sangre de Jesús, a hombres y mujeres de Dios, y a personas con luz todavía no redimidas. Ellos pueden ver la luz. (Vieron a Moisés, vieron a Jesús al nacer, etc...) Así que cuando Dios echa fuera a una metresa al redimir a una persona, la luz de esta brilla. ¿Pero por qué la humanidad sin Cristo no es blanco para estos demonios?-- Porque no representa peligro para el reino del mal.

¿Qué se infiere con esto? Esto significa que cada atado con una metresa es un alto peligro para el diablo y lo mantiene atado hasta que Dios se cansa de llamarlo y lo desecha; es cuando satanás no pierde ni un segundo de tiempo y lo mata y se lleva su alma. ¡Pero todavía no has dicho como se le abre puertas a este demonio! Ok. Para que algo se abra, debe estar primero cerrado. Quiero decir que solamente los cristianos podemos abrir puertas; esto lo hacemos al ver pornografía, al deleitarnos en conversaciones carnales con portadores de estos demonios, al descuidarnos en la oración y la lectura deleitosa de la palabra de Dios, en fin, en el ocio espiritual.

Nuestra concupiscencia también puede abrir puertas a estos demonios, es decir, nuestra maldad natural, por lo tanto el ofrecimiento al pecado puede no solamente venir del exterior sino de nuestro interior.

Algunos son de la opinión (la cual respeto) de que hay que conocer al enemigo, sin embargo yo prefiero conocer a mi amigo (a Jesús), y Él que pelee por mí! Yo opino que no hay que profundizar en el conocimiento de la oscuridad porque estorba, esa es mi opinión. Opino así porque sin conocer a mi enemigo sé que mis pies lo están hollando. (Salmos 91:13), pero si lo conociera, tal vez ese hecho me aterraría y desgastaría mi fe. porque donde hay miedo no hay fe. Así que sin verlo ni sentirlo mis pies van descuartizando el mal. Además yo no quiero conocer las profundidades de satanás (Apocalipsis 2:24). yo me deleito en las profundidades de mi Señor Jesús. Así yo menosprecio las profundidades de satanás.