Santo Domingo, República Dominicana. 7 de Febrero de 2014
Así que el hecho de que ni a este ni al otro agrado me indica que a Dios estoy agradando.
Cuando un hijo de Dios se rebela contra la injusticia, los instrumentos de satanás que se encuentran en el cuerpo de Cristo llevan a cabo la labor del padre de ellos, que no es más que acusar mintiendo, y te acusan de que te has rebelado contra Dios porque no estás dando gracias a Dios en todo tiempo como está escrito.
Con astucia los hijos del diablo confunden dos cosas distintas que son tu conformidad obligada a la voluntad de Dios, cualquiera que esta sea y tu inconformidad o aborrecimiento a la injusticia cometida contra ti. ¿Qué es lo que estoy diciendo? Lo que estoy diciendo es que es correcto tener esta doble actitud frente a toda circunstancia adversa por la simple razón de que cuando la miras como una situación permitida por Dios (nada pasa sin que Dios lo permita) entonces dices dirigiéndote a Dios, gracias Padre por toda tu bondad sobre mí sin que yo la merezca, y le dices esto a Dios en medio de la aflicción más amarga.
Pero al sujeto perpetrador de tu aflicción, sea una persona o un grupo de personas, le reclamas tu derecho y denuncias su injusticia la cual aborreces sin odiarlo u odiarla, porque aborreces sus actos, sus injusticias contra ti, sin aborrecerlos a ellos. ¿Es esto posible? Claro que sí. El mismo Dios aborrece el pecado del pecador mas al pecador procura salvar por que lo ama.
El ser humano normalmente no hace esta separación y odia el acto que lo afecta y a su autor, y por esta razón no me puede comprender.
Así que todos los berrinches que yo haga son muestra de mi aborrecimiento a la injusticia, y contra el mundo y todo pecador los hago. Pero a Dios le doy gracias por mi dolor y cuando los del otro extremo me oyen glorificar a Dios por mis desgracias dicen:
Religión, opio de los pueblos. Tú, conformista.
Así que el hecho de que ni a este ni al otro agrado me indica que a Dios estoy agradando.
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