Santo Domingo, República Dominicana
Dios lloró. El hombre siente como Dios siente, no a la inversa.
Enseña que le tenemos que amar cuando Él quebranta a las personas que amamos porque en Dios no existe la impunidad.
Sentimos como Dios siente cuando vemos a nuestros seres queridos siendo quebrantados por Dios y talvez se nos ocurra pensar, <<Jehová, me haces sufrir al quebrantar a mis seres queridos.>>
No pensamos que el sufrimiento que estamos sintiendo por nuestros seres queridos, Él también lo está sintiendo, y no solamente por ese ser querido nuestro que está siendo quebrantado, sino por todos y cada uno de los seres que están siendo quebrantados.
De ti dependo Señor mío.
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