Santo Domingo, República Dominicana
Domingo 14 de mayo de 2023
[UNIDAD EN EL ESPÍRITU S. CRISTIANOS]
[MIENTRAS BUSCO UN CRISTIANO RICO SE SECAN HIGUERAS]
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Aquí estoy hablando de Jehová como arquitecto y su lógica en la forma en que ordenó sus cosas con el hombre. Concentro mi análisis, por el momento, en el sacerdocio en la antigüedad. La forma de como debe ser después de Cristo, merece un estudio aparte.
Solamente el hombre puede ser sacerdote por razones biológicas. La menstruación impedía a la mujer servir en el altar de Jehová. El deber conyugal impedía al hombre y a la mujer servir en el altar de Jehová. Ésto explica que el hombre pudiera casarse con más de una mujer. (Recuerda que Dios es el dueño y Él diseñó Jehova-centricamente.) Así el sacerdote solamente se apartaba del altar cuando necesitaba de una de sus esposas que no estuviera indispuesta por su ciclo menstrual. Si todas estaban indispuestas, lo sentimos por él. A ese rigor se sometía también el no sacerdote. No es algo tan complicado de entender.
No pensemos de Jehová como aquel que nos contempla como cosas. Lo que Dios hace es para proteger. Su presencia hace daño al ser humano en estado de impureza. Dios nos ama. No es un asunto de machismo. Y si alguien dice que Dios debió crear a la mujer sin este problema, si es que es un problema, es porque no está tomando en cuenta la reproducción humana, y que Dios privilegió a las madres con esta capacidad.
El jefe, el que manda, el que sabe, Él fue quien ordenó sus asuntos.
Algo curioso en el diseño de lo que Dios crea es ese rasgo, esa característica de todo en la creación, la interdependencia. Está esa intención de Dios, presente en toda su creación. Y el ser humano tiende, se inclina a la autosuficiencia. El hombre quisiera ser una isla que no necesite a nadie, ni a nada, ni a Jehová.
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