Santo Domingo, República Dominicana. 19 de Diciembre del 2014
¡Imagínese en un desierto corriendo por su vida debajo de una lluvia de meteoritos cuyas rocas van cayendo a todo su alrededor a menos de doce pulgadas de su cuerpo! ¿Ya lo imaginó? Así me siento yo de sorprendido de que el hombre todavía exista. Pero luego el Espíritu Santo me pregunta: ¿Por qué te sorprendes? Luego entiendo que Dios es quien nos sostiene. Y le pido perdón por olvidadizo.
Catorce o quince años tenía yo. Observaba el mundo y su gran complejidad. Yo veía a los gobernantes como si fueran super hombres. ¿Por qué? Porque yo pensaba que los líderes del mundo mantenían en pie a la humanidad con complejas estrategias. Pero hoy tengo 44 años casi 45 y veo que la humanidad es dirigida completamente a lo loco.
Nota: ("a lo loco" es un dominicanismo que significa: "como lo haría un loco".
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