Santo Domingo, República Dominicana
Hay personas que por interpretación de algunos pasajes bíblicos dicen que lo irrevocable de un don, significa que una vez que Dios le ha dado un don a una persona no se lo quita. Así que aun estando en pecado, quien tenga el don de sanidad orará por el enfermo y sanará. Siendo así, es digno de lastima porque beneficiará a otros, pero el sanador irá al infierno.
Ésto no sería algo tan difícil de creer porque Balaam, el profeta caído y condenado al infierno, puso en funcionamiento lo que había de Dios en él.
A pesar de todo ésto, lo que dice en San Juan 9:31, que Dios no oye al pecador, no sería contradictorio porque los pecadores no tienen dones, salvo raras excepciones como lo es el caso de la mujer cananea (Mateo 15:28).
Talvez por ésto el Apóstol Pablo dice, "¿De qué te sirve decirle al Monte Everest: 'Trasládte al medio del Océano Pacífico, y que así suceda, y a pesar de tanta fe perderte en el infierno?"
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