Santo Domingo, República Dominicana
Cosas grandes que el hombre nunca ha sufrido están por venir. Y lo asombroso no es que esas cosas lleguen; lo asombroso es que llegan y el hombre no reacciona. Dios advierte que el mal viene antes de que llegue para que el hombre sepa que Dios tiene el control. El hombre ve el mal que se había advertido y dice:
<<Dios lo dijo antes de que sucediera. ¿Y qué con éso?>>
La indiferencia humana desborda en el absurdo más allá de la locura. Y es una locura adquirida voluntariamente por el amor a las cosas de este mundo, las cuales, todas perecerán.
Así que repito, cosas grandes vienen; lo hago esperando que grandes naciones enteras cambien sus falsos dioses por el único Dios real.
Este deseo parece irreal; pero no es imposible.
Dios quiere abortar el daño; pero el hombre le dice a Dios: <<Prosiga Usted. No se detenga!>>
Pero Dios probará como al oro al hombre, y solamente el hombre de oro tendrá la victoria.
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