Santo Domingo, República Dominicana
Sea el nombre de Jehová bendito! Alégrese todo aquel que vive en espera del Señor Jesucristo. Nuestro galardón es grande. A ti que has trabajado para el Señor, a ti quiero que Dios multiplique las fuerzas. No te rindas; tampoco desmayes porque nuestro redentor está vivo.
Así como el pueblo era vencido cuando Moisés con su brazo cansado lo bajaba (Éxodo 17:11), así vemos hoy nosotros los hijos de Dios, que cuando menguamos en la oración el ataque por múltiples frentes procura destruir nuestra fe para que nos desalentemos y nos rindamos; pero vemos también que al esforzarnos en la oración, el mismísimo Dios controla y somete esos vasos de deshonra que Él, Jehová, ha dejado ahí con ese mismo propósito, despertarnos cuando nos adormecemos. Recuerda que Dios pudo eliminar en su totalidad a los enemigos de Israel; pero Dios dijo que era necesario dejar siempre unos cuantos vasos de deshonra para cuando Israel se apartara o se descuidara de Dios.
Ésto es lo que sucede con nosotros hoy. Nos esforzarnos en la oración y vemos como Dios somete los múltiples frentes por los cuales nos ataca el enemigo. Algunos son eliminados del todo, a otros enemigos, solamente los hacemos retirarse. Pero, por voluntad de Dios, siempre estaremos rodeados de vasos de deshonra porque todo ésto es parte del plan de Dios; porque Dios tiene el control.
Éste conocimiento de ésto que vivimos todos los días de nuestra vida de cristianos aviva nuestra fe. Porque nos damos cuenta que Dios tiene control absoluto, y ésto nos hace confiar en Él. Sea el nombre de Jehová bendito.
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