SALVACIÓN DEL ALMA

 Santo Domingo, República Dominicana

Martes 7 de noviembre de 2023

UNIDAD EN EL ESPÍRITU SANTO CRISTIANOS.

MIENTRAS BUSCO UN CRISTIANO RICO SE SECAN HIGUERAS.

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Estoy sorprendido por herejías que he escuchado recientemente sobre la salvación del alma.

Deuteronomio 23:7-8 fue algo escrito por Moisés en el año 1451 antes de Jesucristo aproximadamente. Ésto lo indica la Biblia de estudios Thompson.

«No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio porque forastero fuiste en su tierra. Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.» Deuteronomio 23:7-8

Jehová es Dios de todo ser humano. Él no es exclusivo para los judíos. Aquí, desde el inicio de la ley de Moisés, vemos a Jehová proveyendo los medios para que el gentil entre en su congregación. El gentil nacido en Israel de tres generaciones ya era un israelita con todo el derecho de cualquier israelita.

Es importante destacar que aunque es incluído en la congregación, éso no significa que alcanzó SALVACIÓN DEL ALMA.

Desde siempre, la salvación del alma es por fe. Desde Adán, la salvación del alma se lograba por fe en JEHOVÁ. Luego, después de Cristo, la salvación del alma se logra por fe en Jehová aceptando el sacrificio de su hijo Jesucristo.

Ahora bien, deja que el Espíritu Santo te de luz. Si bien es cierto que el gentil estaba excluído para la congregación, esa exclusión no le impedía alcanzar salvación. Porque lo único que siempre se ha necesitado para alcanzar la salvación es la fe en Jehová. Excluído de la congregación pero no excluído del reino de Dios, porque el día del juicio se salvarán muchos excluídos de la congregación quienes tuvieron fe genuina en Jehová. Y serán condenados muchos israelitas sin mezcla y pertenecientes a la congregación, aquellos que no llenaron los estándares de Jehová.

Es una herejía decir que antes de Jesucristo no había salvación del alma para el gentil. Enoc agradó a Dios y no solamente fue salvo sino que fue llevado para que no vea muerte. Éste fue un salvo que ni siquiera vio muerte. Hebreos 11:5

«Por la fe, Enoc...» Hebreos 11:5

Lea también, Hebreos 10:39