Santo Domingo, República Dominicana. 05 de Agosto del 2014
Los occidentales tienen la fortuna, la dicha, el quasi-privilegio, la bienaventuranza de profesar al verdadero Dios, a Jesús. Esto los favorece.
Pero los occidentales no se acercan a Dios con sinceridad, ellos han tenido la fortuna de heredar al verdadero Dios, pero no creen en Dios en verdad. El occidental solamente cree en un dios, en el dios dinero.
Los orientales son verdaderos creyentes, pero la fe de ellos reposa sobre la nada, y eso me duele porque todo ese desperdicio de fe en falsos dioses pudiera reorientarse (lo cual espero con toda esperanza).
¡Sólo mira con hace el supremo sacrificio un oriental! No hay otro acto como muestra de fe que supere ese acto. ¡Yo solamente imagino a esa gente depositar esa fe en el verdadero Dios, Jesús!
Creo que satanás tendría que cambiarse un pañal desechable cada dos minutos si algo así llegara a pasar.
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