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viernes, 7 de noviembre de 2014

POR UNO QUE DEJE DE PAGAR MAL POR BIEN POR ESTE MENSAJE, HABRÉ GANADO INCALCULABLEMENTE

Santo Domingo, República Dominicana. 07 de Noviembre del 2014

Hoy escuché que la sociedad no ignora las causas de la discriminción en Rep. Dom. Escuché a personas detallarlas. Las escuché delimitar con exactitud las áreas de discriminación (injusticia instituída) que padecemos un gran número de Dominicanos. Esta persona dijo: Hay dicriminación por:
  1. Tu religión (si no eres católico, te llevó el diablo)
  2. Tu color (si eres negro el respeto a tu dignidad como ser humano será algo de lo que nunca gozarás)
  3. Por homosexualidad (No estoy de acuerdo con la práctica de la homosexualidad; pero yo sé estar en desacuerdo con ellos sin vulnerar sus derechos. Son humanos como yo lo soy)
  4. Por discapacidad.
  5. Por tu pobreza (si eres pobre no existes. Pero la moral del Dominicano es tal que si tienes dinero todo defecto real o irreal es imperceptible)
No soy un experto en esta área y digo que tal vez haya otras áreas que no he mencionado. De las causas de discriminación que mencioné solamente dos NO se cumplen en mí, (la homosexualidad y la discapacidad física, aunque por ser objeto de toda esta marginación soy un discapacitado funcional, pero para nada un inepto). Y siendo así, al no ser católico, al ser negro, y al ser pobre, hiel beberé como mi Maestro lo hizo, indefectiblemente lo haré.

Algunos quienes no discriminan y pertenecen a los grupos exonerados de esta injusticia, al leer mis palabras se sienten ofendidos, pero a estas personas les digo que no se ofendan y que como justos que son, lo menos que pueden hacer es no defender la injusticia.

Pero hay negros y pobres pagando mal por mal, y tomando venganza de una u otra forma. Pero el hijo de Dios, quien es una bendición, no cultiva ni cardos ni ortigas, sino la rosa blanca. Sin embargo, el hijo de Dios es hombre, y sufre como Eliseo (2 Reyes 8:11). Sí, yo sé lo que se siente que tu verdugo te diga: ¡Habla con tu Dios para que Él me favorezca! Tú lo haces, Dios obra, y tu verdugo luego te da a beber hiel. ¿Pero que puedo hacer yo? Esto es así. Escribo esto porque tengo esperanza de que uno o dos pueda resistirse y contener el impulso de hacer daño porque tu verdad lo hiere, es decir, la verdad de Dios por vía de ti, y que recuerde que el bien que ha recibido de ti no tiene precio y no te pague mal por tan grande bien.

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