NO EXISTE NI EL BIEN NI EL MAL

Santo Domingo, República Dominicana. 30 de Noviembre del 2014

Eventualmente digo: aquel profesor de filosofía de un amigo mío tenía razón. No existe ni el bien, ni el el mal, existen dos intereses: el interés de la auto-conservación eterna, liderado por Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y de todo el universo, y el interés de la auto-destrucción y exterminio o caos eterno, liderado por el diablo.

Para Jesús el diablo es malo. Para el diablo, Jesús es malo. Siendo así, que al ser nocivo a ti, soy malo para ti, y siendo así, que al ser tú, nocivo para mí, eres malo para mí, entonces la partida queda tabla y el concepto (malo) al no ser un concepto exclusivo para una de las partes, queda entonces excluído. Por lo tanto, al razonar no usaré el concepto malo, sino antagonista . ¿Pero por qué antagonista? ¿No es el concepto: antagonista común para ambos?--- Sí, pero el concepto antagonista logicamente debe ser común a las partes, pero el concepto malo, a la luz de lo lógico no debe ser común a las dos partes. Debe ser exclusivo para una de las partes, de lo contrario no hay lógica.

Abandonando la abstracción, aterrizo, y pongo mis patas sobre la tierra. ¡No te sorprendas! Un disparatoso es un animal, por eso aterrizo con mis patas. Y al aterrizar, a la conclusión que llego es que seré antagonista del diablo porque soy partidario de la auto-conservación y de la armonía eterna. Podría presentar esto como un principio universal y eterno, (un principio con cumplimiento en el pasado, en el presente, y el en el por siempre). ¿Y cuál es ese principio?--- Se dice de muchas formas:

• La luz extingue a la oscuridad
• El amor extinguirá al odio para siempre
• Jesús le rompió los dientes al diablo

• Jehová reinará en justicia a todo lo largo, a todo lo ancho, a todo lo alto y a todo lo profundo a este universo.

Me parece vergonzoso que gente tan intelignete se dejen aventajar de mí, un zapatero de Villa María. Yo soy del bando que vive y vivirá. Abre tus ojos y despierta. ¿Por qué solamente quieres creerle a los ilusionistas y te asombras con luces de vanidad y humo?

 

Dios se presenta con demasiada simpleza a ti. Por esta razón es que no lo puedes ver, porque te fascinan, y te embrujan, y te convencen los fuegos ARTIFICIALES . Son artificiales esos fuegos. Me desespera que no me comprendas algo tan fácil de entender.

 

Se sabio y asegurate de estar del lado que te ofrece más, cualitativamente y cuantitativamente. No te diré cual de ambos lados sea el mejor. ¡Descúbrelo tú! Pero te daré esta pista:

Uno de los dos bandos va a desaparecer para siempre.