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sábado, 15 de noviembre de 2014

RÉPLICAS

Santo Domingo, República Dominicana. 15 de Noviembre del 2014

No sé si ha cambiado la cosa, pero yo no recuerdo las veces que reprobé cada vez que hice intentos de obtener mi licencia de conducir. Todos me decían: "No existe un solo Dominicano que no haya tenido que sobornar para obtenerla. Finalmente se me ocurrió obtenerla por vía de una escuela de choferes. Les planteo mi problema y ellos me dicen que no debo preocuparme por nada, y que yo no tendría que sobornar a nadie. Ellos resolverían todo. En aquella ocasión pretendí engañar a mi conciencia diciéndole: "conciencia de Rolando, tú no fuiste la persona quien sobornó, fueron ellos". Y así fue como finalmente en 1994 obtuve mi licencia de conducir. Yo pequé, pero me quise auto-engañar. ¿Qué hace un Cristiano cuando el diablo no le deja otra opción en lo absoluto? ¿Pecar?--- No. Pecar no es la opción. Esa fue una prueba que le reprobé a Dios. Porque lo correcto habría sido no tener licencia de conducir hasta el día de hoy.

Lo anterior es la puntita del Iceberg. Y es bajo estas condiciones de vida que yo he sobrevivido puro ante Dios. Yo me decía: por lo menos mis hermanos creyentes en Cristo estarán orgullosos de mí aunque ellos mismos estén atrapados en alguna trampa del diablo para conservar sus empleos. Sí, yo así lo creía. Yo pensaba que en sus oraciones ellos pedían a Dios para que me fortalezca, y yo poder seguir firme hasta la muerte. Pero me he desengañado y lo que realmente sucede es que me dicen: "Pero yo he tenido que ceder al diablo. ¿Por qué no lo haces tú también? ¡Recuerda que la Biblia dice que quien no trabaja que no coma! ¡Ho Jehová! ¿Por qué si dicen que son tus hijos, actúan como hijos del otro?

Yo trago en seco y callo porque sé que esta persona conoce a la perfeción la doctrina de Cristo la cual te indica: ¡Se fiel hasta la muerte! De modo que estoy convencido que el único que está de acuerdo con la manera en que me estoy conduciéndo actualmente es Jesucristo. Los demás me dicen: "Tú no exhibes prosperidad. Eres un perdedor fracasado por aferrarte a una tal fidelidad a Cristo. ¿Por qué no cedes como todos lo hacen? Así como estás, así morirás. Y yo digo: Mi causa es tu causa Jesucristo.

Así que curiosamente cuando yo ataco a quienes son responsables materiales (porque el autor intelectual es el padre de ellos, el diablo), estos mismos responsables materiales de las injusticias, los instrumentos del diablo quienes no dejan espacio para que en BUENA LID un hombre viva de su trabajo, entonces viene otro en su defensa, es decir, a defender a los hijos del diablo indirectamente, al arrebatarme la razón.

Pero los injustos confesos, muy intelligentemente me ignoran porque es el mejor movimiento de quien permanecerá siendo injusto. Pero las réplicas las recibo de "cristianos". ¿Por qué sangras si no te he herido a ti "cristiano"? ¿Me parece que tu herida te la ocasioné con otra verdad pero ocultas tu herida sangrado por una herida ajena. Te reconozco que eso es muy inteligente de tu parte "cristiano". Tú quien eres uno llamado a juzgar con justicia, como está escrito:
Con justicia juzgarás y no mirarás si es grande o pequeño, rico o pobre, negro o blanco, feo o bello, malo o justo, porque incluso al impío y cruel le otorgarás la razón cuando le pertenezca. (Deuteronomio 1:16-17).
¿Por qué disimulas tu herida, sangrando or una herida ajena? ¿Acaso eres tú el Estado? ¿El desempleo es tu culpa? ¡Deja a quienes estoy atacando que se defiendan ellos? ¿Eres un rico especulador creador de necesidades para comprar por un pedazo de pan al hombre? ¿Por qué me agredes tú, si tu no eres él?

Tú me dices: Está escrito, el que no trabaje que no coma! ¿Por qué haces leña del árbol caído? Pero no seré yo, sino Jehová quien aquel día te dirá que tu proceder fue idéntico al proceder de los amigos de Job. El mismo Jehová advierte:
Procura que el clamor del menesteroso no llegue a mi presencia porque de seguro, yo, Jehová, soy el Dios de la venganza.
 Pero tú le entras a palo al menesteroso y dices:
¿Y qué? Te mataron tu papá y tu mamá te abandonó y se fue para el campo, y te dejó solo, y para comer limpias zapatos. ¡Ten cuidado con derramar una sola gota de lágrima! ¡Pero ten más cuidado en decir que tu condición sería otra si tuvieras la protección de quienes están obligados a protegerte!
 ¡Engendro! ¿Es este una víctima o finge serlo? Pero tú, caricatura de Cristiano, arremetes contra las víctimas diciéndoles:
¡No se queje nadie del Estado ni de injusticia alguna! ¡Consigue el éxito no importa como, pero consíguelo!
 Idéntico eres al padre de familia o la madre quienes dicen a sus hijos de seis y siete años:
"Dios los bendiga hijos míos. Me han traído (3,000) tres mil pesos de esos cuatro mil pesos que consiguieron no importa donde. Por eso es que "Dios" los bendice a ustedes y siempre tienen mucho dinero, porque ustedes honran a sus padres con lo que ustedes consiguen no importa como.
 Yo sé que muy pocos apoyan mi actitud de fidelidad a Cristo con todas mis fuerzas. ¿Por qué?--- Porque la mayoría tiene la actitud de fidelidad a Cristo con una miseria de fuerza.

¿Es que ustedes, "cristianos", no saben que con esa actitud y con los hechos le están diciendo a Cristo algo en alta voz? Ustedes le están diciendo a Cristo:
"Yo lo siento Señor Jesús, pero yo de alguna manera me la tengo que arreglar, yo no soy ningún pendejo como Tú. ¿Oíste bien Jesucristo? Yo no soy un pendejo como Tú.
Bienaventurados los pendejos como Cristo, porque cuando el pendejo mayor del universo, quien se dejo matar esté en su gloria, nosotros los pendejos como Él, reinaremos con el Rey de los pendejos.


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