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martes, 22 de noviembre de 2011

LA LEY Y LA GRACIA

Santo Domingo, República Dominicana. 22 de Noviembre del 2011

El tema más complejo en la teología cristiana es " ley y gracia". Esta es mi opinión y no necesariamente tenga que ser compartida. La razón por la que creo esto es porque bíblicamente la ley está vigente hasta que este cielo y esta tierra pasen. Sin embargo, nadie salva el alma por medio de la ley, sino por medio de la gracia. Haré un esfuerzo en exponer mis conceptos de manera clara, es decir, que se comprenda perféctamente lo que exprese respecto a este tema.

Se entiende por legalismo en el mundo cristiano a la pretensión de alcanzar la vida eterna que promete Jehová, por el cumplimiento de la ley de Moisies, ley vigente hasta que este cielo y esta tierra pasen. Esta pretensión es inútil. Por otro lado, la gracia es el medio de salvación  por excelencia. La salvación por gracia consiste en creer en Jesús, que este es el hijo del Dios viviente, que murió y resucitó al tercer día, que ahora está a la derecha del Padre, que su sacrificio es capaz de borrar el pecado más grande con excepción de la blasfemia contra el Espíritu Santo. El pecador a quien Cristo le limpia sus pecados por creer, por tener fe, salva su alma. Restándole solamente mantener esa salvación hasta que termine su peregrinación en la tierra, hasta el día en que muera si Cristo no ha llegado.

Por lo tanto podemos decir que quien muere en Cristo, terminó su carrera y es coronado con la vida eterna. Esto es en esencia la fe cristiana.

Ya hemos dicho que pretender salvarse por el cumplimiento de la ley es inútil, porque el legalista se perderá y eso es bíblicamente demostrable. Pero, por qué razón, yo al no ser judío, si me circuncido soy legalista? (leer sobre este pacto en el libro de Génesis 17: 9-14. Y por qué razón si me abstengo de robar no soy legalista?

Ambos preceptos, son preceptos de la ley de Moisés.
Circuncidarse es guardar la ley.
No robar es también guardar la ley.
Guardar la ley al circuncidarte te saca de la gracia.
Guardar la ley al no robar te confirma en la gracia.

Por qué es esto así? No parece lógico que el guardar ciertos aspectos de la ley me convierta en un legalista perdido y el guardar otros aspectos de la misma ley me confirmen en la gracia salvadora.

La respuesta.

Esto es así porque para el gentil y para el judío la ley de Moisés debe ser observada de manera distinta. El gentil es todo aquel que no es judío. Al cristiano judío, Dios le exige que cumpla la ley casi por completo a excepción de todos los sacrificios de sangre ya que el sacrificio supremo, el del cordero de Dios sustituye todos esos sacrificios. Jesús le dijo a los cristianos judíos que si su justicia no era mayor que la de los escribas y los fariseos no entrarían al reino de Dios. Los escribas y los fariseos eran rigurosos en el cumplimiento de la ley, pero el error de ellos radicaba en que, lo que los movía a ser tan precisos en el cumplimiento de la ley no era el amor a Dios, sino el amor a yo, al ego. Esta es la hipocresía a la que Jesús llamó: levadura de los fariseos. Jesús le dijo a los fariseos que la parte más importante de la ley es: la justicia, la misericordia, y la fe. (Mateo 23:23).

El cristiano judío no puede dejarse aventajar por el fariseo en el cumplimiento de la ley, todo lo contrario, el cristiano judío debe aventajar al fariseo al añadir a ese cumplimiento de la ley, la justicia, la misericordia, y la fe.

Esto no es difícil de entender. Si el cristiano judío se ve en la disyuntiva de cumplir con rigor la ley o hacer una justicia, la justicia tiene preeminencia .Veamos este ejemplo: el cristiano judío es cirujano y el sábado debe salvar una vida, debe quebrantar la ley para hacer este bien.

Cuando el cristiano judío no tiene disyuntiva entre hacer justicia o guardar la ley, entonces debe guardar la ley porque cristo les instruyó que así lo hicieran,(Mateo 23-22): " ... esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello".

El pueblo de Israel es el único pueblo del mundo al cual Dios le diseñó un esquema completo para vivir en la tierra. Todo un código jurídico, moral, social, político, et. que facilitaría el cumplimiento de la ley de Moisés. En el libro de Jeremías Dios dice por medio del profeta que su deseo era que Israel le fuese un pueblo con el que su fama fuera extendida por toda la tierra. "...para que me fuesen por pueblo y por fama, por alabanza y por honra, pero no me escucharon."

Todo lo anterior lo podríamos llamar: el judío cristiano y la ley de Moisés. Hablemos ahora del gentil cristiano, nosotros, y la ley de Moisés. Si un cristiano judío se circuncida no cae de la gracia, porque cristo es la gracia y si se circuncida porque su maestro le ordena que lo haga, está confirmando su fe en Cristo, no su fe en obras de la ley. Pero si un gentil se circuncida cae de la gracia porque estaría retrocediendo a la versión antigua del pacto. La versión actual del pacto es Cristo Jesús, y así como el circuncidarse es la señal del pacto para el judío, lo es el bautismo en el Espíritu Santo para el gentil.Cristo dijo: "el que cree en mi, en su interior correrán ríos de aguas vivas". También dijo: "...y  recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo. Así que el cristiano judío cuenta con la señal antigua y la señal actual del pacto.

Esto es lógico: Cristo no podía decir al judío que olvidaran la antigua señal del pacto y que continuaran desde su primera llegada con la señal actual. Por qué? porque estaría invalidando un pacto perpetuo concertado entre Dios y el pueblo de Israel. O mejor dicho, con el patriarca Abrahám. Así que en vez de sustituir esta señal, el cristiano judío ha de tener dos señales, pero el gentil una solamente.

Pablo habla de que a él se le encomendó el evangelio de los gentiles a que a Pedro se le había encomendado el evangelio de la circuncisión, (Gálatas 2:7).

Esto es exactamente así. Pablo fue el embajador plenipotenciario a quien Cristo envió a los gentiles. Este apostol pasó grandes pruebas precisamente por el conflicto que se generaba debido a que los cristianos judíos querían judaizar a los gentiles.

La prueba de que el evangelio para los gentiles y el evangelio para los judíos no es exactamente igual es la siguiente:

En Mateo 5:17 Jesús ordena al cristiano judío que cumpla con la ley y con lo más importante de esta , la fe, la justicia, y la misericordia. Sin embargo en el libro de los hechos de los apóstoles 15-28 el Espíritu Santo establece que a gentil no se le demanda lo mismo que al judío respecto a muchos aspectos de la ley de Moisés.

Todo cristiano sabe que cuando la Biblia dice: dijo Jehová, o dijo El Espíritu Santo, o dijo Jesús, es Dios quien está hablando. En Mateo 5:17 habló Jesús, Dios. En el libro de los Hechos de los Apóstoles habló el Espíritu Santo, Dios. Recomendamos leer el capítulo 15 por completo del libro de los Hechos.

Es Dios, por lo tanto, quien ordena al cristiano judío que se circuncide, que guarde días de reposo, lunas nuevas, fiestas solemnes etc., y al gentil que entre de lleno en la gracia por la fe en Cristo Jesús.

Para establecer o separar cuales aspectos de la ley el gentil debe cumplir y cuales no, por obediencia a Jesús,  deben leerse las cartas paulinas o los libros de la Biblia escritos por el Apostol Pablo, embajador plenipotenciario enviado por el Señor Jesús.

Uno de estos libros puede ser el libro de Colosenses. En Colosenses 2:16 dice:

"Por tanto nadie os juzgue en comidas o en bebidas, o en cuanto a días de fiestas, luna nueva o días de reposo."
Aunque suene raro a sus oídos, hay dos evangelios: el de los judíos y el de los gentiles (nosotros, los no judíos). A pesar de esto, que no sirva esto para descrédito del evangelio porque la diferencia entre el evangelio de la circuncisión y el de la incircuncisíon es una diferencia de forma, no de fondo. En ambos, la salvación se obtiene por gracia, por fe en Cristo Jesús, Señor nuestro. 

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