EXCOMUNIÓN

Santo Domingo,  República Dominicana

Miércoles 24 de enero de 2024

UNIDAD EN EL ESPÍRITU SANTO CRISTIANOS.

MIENTRAS BUSCO UN CRISTIANO RICO SE SECAN HIGUERAS.

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«Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho ésto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitieres los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuvieres, les son retenidos.»  Juan 20:21-23

La autoridad, en el orden espiritual, de la iglesia es grande; pero haré una pregunta. ¿Quiénes tienen esta autoridad dada por Jesucristo aquí en la tierra? 

La responderé yo. Los cristianos fieles. Esta autoridad no reside en denominación alguna, reside en el grupo de fieles a Cristo. Por esta razón el día del juicio es posible que veamos a un excomulgado salvado, y su excomulgador perdido.

El profeta Ezequiel, «el rebelde,» el excomulgado, él es un ejemplo de que nominalmente alguien puede exhibir esta autoridad (Ezequiel 2:9) pero no tenerla delante de Dios. Por lo tanto, su excomunión no tener efectos reales delante de Dios. Por ésto Jehová le dice a Ezequiel que no tema (Ezequiel 2:9) ante la casa rebelde porque la autoridad de Dios no reside en aquel que está en rebelión contra Dios.

Escribí ésto por un título que vi en un video de Youtube; dice así:

«¿Puedo reconciliarme sin que nadie me haga la oración?»

No vi el video porque inferí el contenido. Y mi inferencia es que él apela a la autoridad de la iglesia. Si ése es el contenido del vídeo, entonces acerté. Si no lo es, entonces prejuzgué.

Pero lo importante es saber que Dios no es una pistola con la que voy a herir impíamente, porque simplemente Dios no se presta para que actúes impíamente en su nombre.

La autoridad que la iglesia tiene no es para la gloria de la iglesia, ni la usa caprichosamente porque el Espíritu Santo es quien guía.

Tengan cuidado con ésto de la autoridad de la iglesia para que no sean tropiezo a los que quieren entrar. 

Al ser tropiezo, ni entras tú, ni permites que quienes quieren entrar entren. ¡Reitero, cuidado!