Santo Domingo, República Dominicana. 15-Noviembre-2012
Una amiga compartió conmigo y con todos sus amigos y amigas en facebook un cartel que dice más o menos lo siguiente:
"Fíjate si el valor de lo que estás buscando compensa el valor de lo que estás perdiendo, por aquello que estás buscando"
Primero le hice un me gusta, pero luego preferí hacer un comentario a esa publicación y dije que en ese cartel estaba resumida por completo mi filosofía de vida. ¿Cambiaría usted, por ejemplo, su vista 20-20 para usar lentes, por un título universitario? Muchos dirán que sí, otros dirán lo pensaré, y otros como yo dirán que no. Otro ejemplo: ¿Cambiaría por el mismo título un hogar funcinal a uno disfuncional? Igualmente tendremos quienes dirán "sí " sin titubear, otros dudarán un poco, y otros como yo dirán "No", aunque debo confesar que yo sólo conozco a uno como yo: a mí mismo.
Se dice que la subjetividad rige la cuestión de la valoración de las cosas, que lo que para mi tiene mucho valor para otro podría ser basura. Yo no estoy del todo de acuerdo, porque todos, el día del juicio, valoraremos por igual la salvación del alma, tanto los salvados como lo perdidos.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas y sólo Dios lo conoce, por esta razón el hombre sabio se apoya en el consejo de Jehová y no en su propio consejo. Escucha la voz de Dios antes que a la voz de su propio corazón. La Biblia es la voz de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario