Translate

martes, 20 de noviembre de 2012

EL PAPAGAYO

Santo Domingo, República Dominicana. 20-Noviembre-2012


El Romanticismo es la licencia de soñar despierto. Unos sueñan y no cuentan sus sueños; otros, más extrovertidos gritan sus sueños al mundo. Del soñador se dice que  no tiene sus pies sobre la tierra, pero los hombres de la tierra lo alientan a seguir soñando porque la mayoría de los grandes aportes a la humanidad lo ha hecho el soñador. Mientras el soñador no alcanza su sueño es un loco, pero cuando lo alcanzó es un genio. 

Algunos soñadores sueñan para evadir la realidad. Hasta se convierten en coleccionistas de frases célebres, y muchas veces en la colección de refranes y proverbios con los que parece que construyen sus personales escalas de valores, encontramos incoherencia y contradicciones, pues los escuchamos citar una frase de postura racionalista o positivista en una ocasión y en otra con una postura de corte romántica. Es decir, en una misma frase pueden adoptar dos posturas totalmente opuestas, dejándote confundido, pues no logras saber cual de las dos defienden. 

El cristiano serio examina lo que va a defender para que su coherencia haga que los hombre den gloria a Dios, no que por lo opuesto sea el nombre de Dios blasfemado.

Mi sugerencia es que no debemos repetir como papagayos frases por el simple hecho de que nos parezcan bonitas, o elegantes, o profundas, etc., sino que analicemos antes si esta contradice los principios que decimos rigen nuestra moral. 

Fácilmente nos convertimos en personas de doble moral sin mala fe, cuando nuestro conjunto personal de principios y valores no están coheréntemente entrelazados. Digo doble moral sin mala fe porque hay muchos con doble moral con mala fe, es decir, que no por descuido adoptan diferentes posturas según le sea conveniente en cada circunstancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario