ATADURAS 2da PARTE

Santo Domingo, República Dominicana. 14-Septiembre-2012

En la primera parte de este estudio se expuso que al aceptar a Jesús recibimos liberación de ataduras heredadas, pero que Jesús a la manera de Israel, al no extinguir absolutamente a todos sus enemigos, sino que dejó un par de naciones para siempre probar a las siguientes generaciones. De ese manera Dios nunca nos libera absolutamente de todas las ataduras, porque con ellas seremos probados por Dios a discreción.

Cuando una persona hereda por ejemplo la pobreza, atadura con la cual Dios lo probará, recibe siempre la tentación dle diablo quien le propone liberación de esa atadura que todos pueden ver y a nadie se le puede ocultar, por otra u otras que no se ven y al no verse, no resultan vergonzosas ante los hombres. Así muchos cristianos han negociado con el enemigo y han cambiado ataduras por maldiciones.

La atadura, la cual es heredada, no te llevará al infierno porque por voluntad de Dios está en ti ya que siempre luchas contra ella y oras a Dios para ser libre de ella, pero la maldición que añades a tu vida sí te lleva al infierno. La palabra dice que la riqueza que Dios da no añade tristeza con ella. No es necesario que esté escrito que en la riqueza que da el diablo añade tristeza con ella, y yo agrego que además añade maldiciones nuevas.

Una vez conseguí un empleo en el que ganaba $RD 11,000. pesos mensuales, cuando el salario mínimo en el sector privado era $RD 4,000. pesos al mes. Mis hermanos en cristo me veían con gran alegría en sus rostros y decían: eres un bendecido de Dios. Pero dentro de mí yo gemía porque el Espíritu Santo también gemía dentro de mí. Para todos lo mío era una bendición de Dios. Pero esa actitud es generalizada, todos te ven bendecido y prosperado, no importa de donde venga esa prosperidad.

El trabajo que yo hacía es inmoral para un cristiano porque era necesario mentir para conservarlo. Como por ejemplo: decirle a un cliente que los técnicos ya van en camino cuando tú no sabes si es así. Mi trabajo era recibir insultos y palabras sucias de clientes insatisfechos por un mal servicio de la empresa que yo representaba, y debía convencer con amabilidad, valiéndome de todo recurso, a los clientes de que pronto su avería sería reparada. Me pagaban para que clientes insatisfechos se desahogaran conmigo.

Así, mi prosperidad tenía añadida la tristeza de tener que pecar por mentir para conservar el empleo. Para concluir: !No hagas trueques con el diablo de tus ataduras por maldiciones! !Deja que Dios te de liberación porque no te añadirá tristeza! Mi escritura es breve, pero digo:

"Lo importante no es que hable mucho, sino que hable algo"

 ¿Qué significa eso? Que tienen más valor dos palabras con información de valor, que un millón de palabras basura. ¡Ojalá pudiera dar un millón de palabras valiosas!