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martes, 27 de diciembre de 2011

LA COPA QUE DIOS ME DIO A BEBER

¿La copa que me ha dado el Padre, no la he de beber? (Juan 18:11).

¿Cómo sabe usted cuando la adversidad viene de Dios o del dragón? Suponiendo que usted no lo sabe, que usted no tiene ningún método para investigar si el padecimiento viene de Dios o del dragón, yo le propongo que en oración diga: "Padre, yo no quiero beberme esta copa, pero si tú quieres que yo me la beba, me la beberé, así que si viene de ti, hazmelo saber de alguna manera, para no seguir ofreciendo resistencia a tu voluntad.

La lucha de Jacob

La lucha de Jacob contra el ángel de Jehová es algo que debiera enseñarse con todo detalle al cristiano desde que este inicia este camino. En la lucha de Jacob con el ángel de Jehová, Jacob no logró imponer su voluntad sobre la del ángel de Jehová. La voluntad del ángel era bendecir a Jacob, pero también que Jacob resistiera y mostrara perseverancia. La perseverancia es sinónimo de fe cuando es aplicada a lo espiritual. Ejemplo, la perseverancia de Abrahám.

Hoy en día es muy divulgado el error que fe es imponer nuestra voluntad. (arrebato, declaro...) pero lo que se arrebata y se declara nunca lo vemos. Si tu convicción entra en conflicto con la voluntad de Dios simplemente estarás en una terquedad, en una obstinación que nunca se te cumplirá.

Dios bendice al pecador y maltrata al justo. (Malaquías 3:13...15)

Cuando una persona no es enseñada correctamente respecto al camino de la justicia se crea falsas espectativas, y estas falsas espectativas  lo llevan a rebelarse contra Dios en la hora de la prueba. Porque una persona a quien no se le ha enseñado correctamente el significado de ser cabeza y no cola, cuando se vea con una cruz impuesta por Dios por su única voluntad, entenderá que las cosas no son como se las habían enseñado. Porque le enseñaron que él sería bendecido al serle fiel a Dios. Pero no le enseñaron que cada vez que actuas en justicia, agredes al dragón, y el dragón entonces te persigue. La persecución tiene multiples formas, entre ellas ser "cola". Por lo que el creyente mal instruido dice:
"Pero la palabra dice que si soy fiel, sería cabeza y no cola." La cuestión es que hoy se enseña mal lo que quiere decir cabeza y no cola.

El real significado de ser cabeza y no cola es haber aceptado al Señor, ser salvo, y mantener la salvación hasta el día en que mueres. Lazaro el mendigo era cabeza, aunque murió con hambre y lleno de llagas. La recompensa de los que son cabeza y no cola está en el paraiso. Si como algo extra Dios te bendice materialmente, aquí en al tierra, gloria a Dios. Pero ninguna condición humana de caracter economico es indicador de ser cabeza y no cola. Lo repito: eres cabeza y no cola, siendo salvo por el Señor y manteniendo la salvación en santidad.

Eres cola, si se borra tu nombre del libro de la vida, así eres cola. Todo aquel que no tiene su nombre escrito en el libro de la vida es cola aunque sea dueño de todo el oro y la plata del mundo. Aunque la humanidad entera se postre ante sus pies, si su nombre no está escrito en el libro de la vida, entonces es cola.

Yo me sorprendo como muchos usan esta expresión queriendo decir que los cristianos debemos ser los mejores y primeros en todo en el mundo. Examinemos este ejemplo: jerarquicamente en la iglesia solamente el pastor es cabeza. Si interpretamos esto del modo que muchos interpretan, entonces solamente el pastor se salvará, solamente el pastor está bien delante de Dios. Todos los demás están malditos con la maldición de ser colas. Debemos ser niños en la malicia, pero no al razonar.

En los momentos que bebemos la copa que Dios nos ha impuesto.

En los momentos que estamos bebiendo de la copa que Dios nos ha impuesto, viene EL PROFETA VIEJO a decirte que no cree en eso de estar todo el tiempo en aflixión, que el cristiano es cabeza y no cola y bla bla bla. Y si el cristiano es como el varón de Dios que se dejó engañar del profeta viejo, fracasa entonces. Pero si está bien nutrido en la palabra, resistirá al diablo y este tiene que huir.

También , en los momentos que estamos bebiendo la copa que Dios nos ha puesto, vienen los amigos de Job, que con amigos como esos no es necesario tener enemigos, cuyas palabras son como golpes de espada, y no pueden entender a una alma en aflixión. Job maldijo el día de su nacimiento, el dragón aprovechó esos momentos estratégicamente para lanzarle el bombazo más fuerte. El dragón apostó con Dios que Job blasfemaría su nombre en su propia presencia. El dragón usó la mujer de Job, y le dijo a Job:
"Maldice a tu Dios y muerete" En otras palabras: maldice a tu Dios que te traicionó, que te dejó y mátate para que descanses. Fue cuando Job ganó y Dios también. Ya sabemos la respuesta de Job. Esta respuesta está escrita en el libro de memoria que se menciona en Malaquías 3:16.

Dios comprendía a Job, y la cruz que llevaba a cuesta, pero los amigos de Job no. Hoy en día los amigos de Job creen saberlo todo, y te psicoanalizan y te estigmatizan. Y jugando al psicólogo te tildan de suicida, y si como Job llegaras a maldecir el día de tu nacimiento ya tú sabes.

¿Tienes muchos deseos de vivir?

Si eres cristiano, y tienes mucho deseos de vivir, eso es bueno, pero ten cuidado con los motivos. ¿ Qué es aquello que te hace querer seguir viviendo y no quisieras morir para llegar al paraiso?  No me respondas, sino, respondete a ti mismo con toda sinceridad delante de Dios. ¿Amas la vida porque te atan las riquezas de este mundo o amas la vida por las riquezas que vas a tener? Hermanos, hay personas que están atadas a cosas que ni siquiera tienen. Oiga bien, aún no tiene la cosa y ya están atadas al mundo por estas cosas.

Fracasado

algunos han querido insinuar de mi que soy un fracasado. ¿Cómo puede ser un fracasado un hombre que tiene a Cristo y está aferrado a Cristo más que una lapa? Para ellos soy un incostante porque no he terminado algunas cosas que he comenzado y he visto en riesgo mi vida espiritual y mi relación con Cristo, como por ejemplo una carrera universitaria, etc. pero los dejo turbados y confundidos cuando ven mi persistencia y perseverancia en el camino o carrera más fuerte, la del evangelio de Cristo ejercida legítimamente. Cuando les digo que tengo 21 años corriendo sin trampa, de manera legítima la carrera sobre la senda estrecha, algunos han preguntado como lo has logrado, y les digo que la clave es negarse a uno mismo y confiar todo en las manos de Jesús.

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