DIÁLOGO 1

Santo Domingo, República Dominicana. 02-Junio-2012

Jusús, yo te amo. --- ¿Qué dices? --- Digo que te adoro Señor. --- ¿No te avergüenza hacer esa confesión públicamente? --- Al principio, cuando era reciente mi conversión sí. Me sentía raro pronunciar esa expresión: "Te adoro Jesús". --- ¿Por qué? --- Supongo que asociaba esta expresión a una declaración de amor EROS por una mujer, y yo no estoy enamorado de ti como me he enamorado de mujeres, soy heterosexual Señor. --- ¡Entonces explícame que es lo que sientes por mí en realidad! --- Yo te amo Señor. --- ¿Podrías definir esa clase de amor que sientes por mí? ¿Cómo sabes que me amas? --- Bueno, podría decir que tu bienestar me llena de gozo y tu malestar me indigna, me enoja; me enoja porque se que tu malestar es provocado por gente que no te agradece todo el bien que les has hecho y les continúas haciendo. Por eso digo que te amo, porque tu nombre le da una sensación refrescante a mi corazón, se siente muy cómodo y agradable imaginar, o sentir tu presencia. --- ¿Tú me amas o estas agradecido de mí? --- Bueno, deduzco que he llegado a amarte por el agradecimiento que siento por lo que has hecho por mí. Amar es dar, porque al darle a la persona da gratificación al alma, al espíritu, es muy agradable, te da felicidad. Uno se siente feliz cuando le da a quien uno ama, y no hablo de atracción sexual, con la cual se tiene un disfrute efímero; el disfrute de darle a quien amas produce una sensación de ardor agradable en el torax, en el corazón. Si mi acción te agrada Señor, mi recompensa es sentir felicidad. Por eso se que te amo, que te adoro. Por suerte para mí Señor, no importa con la torpeza con que me exprese, tú lees mi alma. --- Sí lo hago... --- ¡Perdona que te interrumpa! Pero yo te amo porque tú me amaste primero, tú me diste primero y eso hizo nacer mi amor por ti. --- Me satisface tu respuesta. --- Gracias Señor, y bendigo tu nombre; ojalá todos te honren con obediencia y sientan la misma felicidad que yo siento cuando apruebas mis acciones. A ti sea la gloria eternamente, en nombre de Jehová de Jesús y del Espíritu Santo.