¿HUELES PARA DIOS?

Santo Domingo, República Dominicana. 13-Julio-2012

Dios, Jehová, es la fuente de la vida, de la vida real, y de la semejanza de vida. La humanidad posee imagen y semejanza de vida de Dios, del Dios de la vida. No pretendo marear a nadie con abundancia de palabras. Un ser humano puede tener una de dos o dos de estas dos: vida real y semejanza de vida.

Lo que el hombre común entiende por vida, no es, según Dios vida real, sino semejanza de vida. Cuando Adán pecó murió instantáneamente en su vida real y quedó con su semejanza de vida, por lo tanto Dios no mintió cuando dijo: El día que desobedezcas, ese día morirás. Enfatizo, Dios no es un Dios de muertos, Él es un Dios de vivos. Adán vivía y murió en el instante en que pecó.

La semejanza no es la realidad, sin embargo nos enseña casi todo de la realidad: formas, maneras, etc. El estiércol por ejemplo es abominación a Jehová, su hedor.

La semejanza de vida es la herramienta con la que Dios como maestro enseña sobre la vida real. La semejanza de vida es un recurso pedagógico en las manos de Dios.

La hediondez es abominación a Jehová en ambas vidas: en la vida real y en la semejanza de vida, sin embargo, hay quienes huelen exquisitamente en la semejanza de vida y hieden en la vida real. Lo ideal es oler bien en ambas vidas, pero oler mal es sólo fatal en la vida real.

Lazaro el mendigo provocaba náuseas sólo ver, no oler su enfermedad, pero olía muy bien para Dios, porque estaba vivo. ¿Quién soporta en la semejanza de vida un cuerpo en estado putrefacto? Diré algo, cuando el misterio de Dios sea consumado como está escrito en Apocalipsis 10:7, estando la miés madura y todo ser haya perdido su virginidad espiritual, sólo los olores de la vida real serán percibidos, y la vergüenza por la hediondez cubrirá el rostro de todo pecador.

¿Te sientes bien porque usas el perfume más caro sobre la tierra? Si no hueles para Dios, tu vergüenza será insoportable aquel día.