El cristianismo judío debe tener muy clara una cosa. El Espíritu no se recibe cuando sentimos auto-complacencia al cumplir los mandamientos de Dios. El Espíritu sólo se recibe cuando se cree que Jesucristo es el Mesías, esto está por encima del cumplimiento de la ley. (Gálatas 3:2).
Se me ocurre preguntarme algo: ¿Cuán radicalmente diferentes serían las cosas, si yo con exactamente la fe que tengo en Jesús y la doctrina que tengo, hubiese nacido en Israel y ser de sangre judía?
Dios le dijo a Barac por boca de Débora:
"...Por mano de mujer venderá Jehová a Sísara..."
Dios tiene un orden preestablecido y a veces lo tiene que modificar porque hay una parte que la debe poner el imperfecto hombre.
Dios quiere encontrar en Israel a un hombre que se lance al vacío, que crea al Jehová Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Dios quiere un judío loco en Cristo Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario