PROPÓSITO DEL DOLOR

Santo Domingo, República Dominicana. 08-Octubre-2012

Hace años había preguntado a Dios la razón de padecer tanto por su causa. Yo me decía: Dios debiera salvarnos por aceptarle sin tener que sufrir pruebas ni tribulación. Mi pregunta era:

¿Señor por qué razón es necesario padecer tantas pruebas y tribulaciones por tu causa?

Es la primera vez en toda mi vida de cristiano que hago de conocimiento público el hecho de haber preguntado esto a Dios. Me parece que ya había dicho que había una sola cosa que personalmente era relevante para mi saber, porque todas mis preguntas personales ya habían tenido respuesta.

Hoy meditaba en esto, de que esto era lo único que hasta ahora no se me había revelado de todas mis inquietudes presentadas a Dios. Tampoco esperaba que Dios me diera respuesta, es decir, meditaba en esto como miles de veces lo había hecho sin recibir revelación. Pero luego de hacerme la pregunta pensé que tal vez  la razón por la que  Dios NOS hace ver el dolor es para que sepamos qué es el infierno sin que lo descubramos por condenación, en otras palabras, todos los que están en el lloro y crujir de dientes saben qué es el infierno, pero ya no tienen vuelta atrás, pero nosotros, quienes hemos creído a Jesús y estamos viviendo nuestro infierno, no lo sufriremos para siempre y cuando estemos disfrutando la paz eterna con Cristo tendremos en nuestras memorias por experiencia el significado del dolor, como el mismo Señor lo sabe por experiencia propia, ya que Él mismo es el varón de dolores y experimentado en quebrantos.

Ahora entiendo con más claridad el significado de la palabra que dice:

"El siervo no es mayor que su Señor."

Me parecía que el sufrimiento del creyente FIEL era algo que estaba demás. Porque no por obras sino por fe es la salvación. Y yo meditaba que si yo no me gano la salvación por los dolores que soporte: ¿Para qué el dolor? Me preguntaba yo.

Esta revelación llegó a mí, pero pedí señal a Dios para que me confirmara si lo anterior era respuesta suya o una justificación de mi propia imaginación. Y en la señal, Dios me confirma que la respuesta es suya. Hablando de las señales, ya escucho a detractores de ellas. Pero a estos les digo lo siguiente:

"Mil millones de veces prefiero poner señal a Dios antes de dar como revelación de Dios lo que viene a mi mente. Esto es más responsable que aquel que dice: "Dios me dijo." Sin Dios haber dicho nada. Mi fe es que Él tiene control absoluto y eso ni me lo quita ni me lo roba nadie."

Volviendo al tema, el dolor es necesario de acuerdo al juicio de Dios y aunque antes yo no lo comprendía, lo aceptaba. Hoy lo comprendo y lo acepto en Cristo.  Parece que hasta hoy ya no tengo preguntas de interés personal. Tengo miles de preguntas, pero si Dios me da respuesta bien, y si no, bien de todas formas.