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viernes, 4 de julio de 2014

EL APOSENTO ALTO

Santo Domingo, República Dominicana. 04 de Julio del 2014

De lo que sabemos hablamos, y de lo que hemos visto testificamos. (Juan 3:11). Veinte años atrás se comprendía bien el significado de quedarnos en el aposento alto. Hoy mi alma añora esos días, esos tiempos. Eran tiempos de escaséz, de hambre, pero de un compañerismo único. Yo no muero ciego, yo viví la experiencia de ser uno en Cristo, de ser de un corazón y un alma, (Hechos 4:32), y viví lo que hace el Espíritu Santo cuando encuentra un grupo así. Nadie me lo tiene que decir, porque yo lo viví. 

Recuerdo a un hermano llamado Rafael Nadal. Este trabajaba en la Corporación Dominicana de Electricidad y había dejado este lucrativo empleo para internarse en la iglesia a buscar el rostro de Dios. Otro padre de familia involucrado en esta búsqueda fue Jesús Mora, los demás éramos jóvenes que todavía no nos habíamos casado: Ingrid Balbosa, José Dicent, Manuel Santana, entre otros. También la diaconiza Damiana, y por supuesto, el Pastor Miguel Contreras, quien no era un hombre de dialéctica ni de hermenéutica, ni de ética ministerial, pero era como el Apóstol Pedro un instrumento en las manos de Dios, porque en las manos de Dios suerna a la perfección el piano, el violín, las latas, y los cántaros por la maestría de quien toca el instrumento. 

No hay que esperar que los planetas estén alineados, quien debe alinearse es la iglesia y como en aquel espacio y tiempo todos estabamos alineados como manda el manual, el Espíritu Santo se derramó. Pero veo el error de aquel momento y es que no se tenía una visión bien definida y tampoco se hicieron previsiones que deben hacerse al provocar tan grande poder, especialmente desconocer la represalia del dragón, la cual debíamos vencer y no pudimos.

Nuestra iglesia fue una botella de cristal llena de canicas, unida, un solo cuerpo, pero debió ser una botella de acero o de diamante porque satanás la arrojó al piso y las canicas se desparramaron al romperse la botella, y cada uno tomó un rumbo diferente.

Hechos 1:14   Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

¿Vale la pena pagar un precio así para conquistar el Espíritu Santo? Porque no se puede comprar con dinero alguno. Todos somos sellados con el Espíritu Santo, pero no todos somos ungidos con las mismas porciones. (llenura del E.S.).

Después que yo probé Helados Bon, jamás me han gustado los helados de a centavos, agua dulce congelada. El hielo dulce y la crema de helado son diferentes. Después que yo probé al Espíritu Santo, mi paladar radicalmente cambió. Muchos lo probaron, y yo estoy estupefacto de que sea han adapatado a este mundo y se han acomodado.

Hoy los caudillos saben perfectamente de lo que yo hablo, pero el amor al dinero y la cobardía los lleva a menospreciar al Espíritu Santo. Porque malo es quien sabe lo que hay que hacer y no lo hace.

Pero yo espero no morir sin volver a verte como un día te vi, Espíritu Santo de Jehová.

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