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viernes, 21 de diciembre de 2012

LA PASCUA

Santo Domingo, República Dominicana. 21-Diciembre-2012

Estamos en tiempos de pascua y es tiempo de celebración y fiesta. Esto lo escuchamos en la calle y por diferentes medios de comunicación. El comercio se activa. Es temporada alta. ¿Pero sabe la gente realmente lo que se celebra con la Pascua? Yo digo que aunque existe un buen número que lo sabe, millones lo ignoran.

La Pascua es un rito de la ley de Moisés que los judíos deben guardar, no así los gentiles (todo aquel que no es judío). Sin embargo, Cristo dejó instituida para judíos cristianos y para gentiles cristianos la Santa Cena. El Señor establece tres fiestas solemnes para ser celebradas durante el año.
  1. Fiesta Solemne de los Panes sin Levadura.
  2. Fiesta Solemne de las Semanas.
  3. Fiesta Solemne de los Tabernáculos.
La Fiesta Solemne de los Panes sin Levadura es el Pascua. Es decir, las ovejas sacrificadas en la Pascua debían ser comidas por siete días con panes sin levadura. Cada fiesta solemne tiene un propósito fundamental, una razón esencial de ser. Y en el caso particular de la Pascua, es que se recuerde todos los días, un día especial; el día en que Dios libertó su pueblo de la esclavitud egipcia. (Deuteronomio 16:3).

De manera que la gente hoy celebra cualquier otra cosa, llámela usted de la manera que usted quiera, pero no es la Pascua del Señor.

La gente que no sirve a Cristo celebra todo tipo de fiesta y la condición en que están no varía, sin embargo, el creyente cristiano debe estar plenamente informado y consciente sobre las actividades en las que participa. Por ejemplo, si tienes parientes no creyentes que celebran la pascua, y te invitan a comer con ellos, bíblicamente lo puedes hacer. Pablo enseña esto en 1 Corintios 8:1-13, y no sobre la Pascua celebrada erróneamente, sino sobre lo sacrificado a los ídolos. Pero lo que Pablo dice, debe leerse bien para que alguien que alguna vez sacrificó a los ídolos no interprete que es correcto sacrificar a los ídolos.

El conocimiento no hace daño. Mucho menos el conocimiento de Dios. ¡Sea la Ley de Jehová tu delicia! 

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