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lunes, 24 de diciembre de 2012

¿QUIÉN PUEDE FASTIDIAR LOS PLANES DE DIOS?

Santo Domingo, República Dominicana. 24-Diciembre-2012

En Daniel 11:31 se habla de que en el momento en que se quite el continuo sacrificio, luego de ese momento se pondrá la abominación desoladora (señal del retorno). ¿Qué problema presenta el hecho de que hoy en la actualidad no esté reedificado el templo? El promblema que presenta es que no hay señal del retorno de Jesús. Y sin señal, Cristo no volverá. Esto es categórico.

El templo puediera ya estar reedificado e inmerso en toda su actividad y continuaría hasta su tiempo, pero yo digo que el hecho de que esto hoy no sea todavía una realidad, no detendrá la mano de Dios porque si en la mente de Dios estuviera que este templo haya de durar 75 años o 100 años antes de ser contaminado por la abominación desoladora, y por la conducta del hombre, más de un evento converjan en un tiempo dado, Dios podría hacer lo siguiente: En un solo día mover a sacerdotes para levantar un tabernáculo e inciar el continuo sacrificio. Una vez iniciado, si una hora después es quitado, empieza entonces el conteo regresivo, y la palabra no cae por tierra. Si esto lo he ideado yo con mi mente limitada: ¿Qué espera usted de Dios? Así que yo, Rolando, puedo estar nervioso, pero Dios está quieto, reposado, y sereno porque Él tiene el control. Es tal la seguridad de Dios, que Él dice: 
¡Oye! Cada cosa tiene su plazo. (Daniel 11:35).
Todo está friamente calculado y no por el chapulín. Jesús es Mateo 24:15 da como señal la abominación desoladora, pero en Daniel 12:11-12 te da el plazo que hay entre la interrupción del continuo sacrificio hasta la abominación desoladora (1290 días). Por lo tanto, ahora puedes estar alerta mucho antes de la abominación desoladora.

¿Sería válido que Dios haga esto de mover a sacerdotes para edificar en un día un tabernáculo, e iniciar el continuo sacrificio para ser interrumpido una hora después? Yo digo que sí. ¡Recuerde lo que hizo Jesús en Lucas 22:35-38!

El dragón hace lo que su torcida inteligencia le dicta para estorbar la palabra inquebrantable, y Dios se ríe de su torpeza porque con todo lo que hace o acelera el cumplimiento para bien o lo fortalece.

Así que sea que se reedifique el templo o no, nadie detiene a Jehová, nadie acelera su itinerario, nadie lo retrasa. ¡Que grade eres Señor!

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