MARÍA Y ZACARÍAS

Santo Domingo, República Dominicana. 29-Diciembre-2012

"Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto?..." (Lucas 1:18). Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?..." (Lucas 1:34). 

¿Qué diferencia hay entre la pregunta de Zacarías y la de María? La diferencia que hay entre esas dos preguntas es Dios. ¿Dios? Así mismo, Dios. Porque Dios es quien escudriña los corazones y no necesita que el hombre comunique con su boca, o expresión facial o corporal nada, como necesitaría un psicólogo para estimar si se miente o se dice la verdad. Dios supo que Zacarías dudó y también supo que María creyó al escudriñar sus corazones.

Pero si esta respuesta  no resulta satisfactoria: ¡Vamos a razonar!

El sacerdote Zacarías sabía como el abc que Abraham y Sara procrearon en la vejez, de manera que había un precedente, pero Zacarías dudó que con él esto fuera realidad. En el caso de María no hubo duda sino que quiso saber como sería esto ya que el único modo conocido para concebir era mediante el coito. Luego el ángel le dice como sería, que a la luz de la lógica no dejaba de ser un absurdo, pero María creyó como cree un niño inocente y le fue contado por fe. Así en el verso 45 dice:

"Bienaventurada la que creyó"

El orgullo y la arrogancia son de las posesiones más preciadas del hombre y Dios ha puesto esta condición de ser un niño para entrar. En la misma medida en que la ciencia avanza y el hombre se va convirtiendo en dios, se hace menos posible para un hombre volverse un niño inocente. 

Si existe algo que merece ser envidiado, codiciado, y anhelado, se llama la fe. ¡Ora por mí, Señor Jesús, como oraste por Pedro para que no le faltara fe!