Cuando era nuevo creyente mi libro favorito era el libro de los Salmos. Luego tenía muchos favoritos, pero el libro de los salmos fue mi primer favorito. Me parece que luego el libro de los Proverbios, y así, por temporada me enamoraba de un libro y lo devoraba.
Con el libro de los Salmos se aprende a adorar a Dios, se aprende a darle alabanzas, pero una de las características fundamentales de este libro es que atiza tu fe con los testimonios de David. Los teólogos lo han clasificado como uno de los libros poéticos de la Biblia. Este libro contiene un gran número de profecías, y en cierto grado nos dice el caracter, la personalidad de Dios descrita por medio de David. ¡Lea este ejemplo!
¿Quién le dijo esto al salmista sino el Espíritu Santo y su experiencia como estadidsta? ¡Escuchemos más del siervo de Dios y hombre de estado!"Jehová hace nulo el consejo de las naciones y frustra las maquinaciones de los pueblos" (Salm. 33-10).
"Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que Él escogió como heredad para sí." (Salm. 33-12).
El mensaje no puede ser más claro. Pide Jehová integridad y justicia, humillación y adoración, y se activa a un Dios celoso que hace estremecer los cimientos de la tierra, envía verdadero terror que hace que los enemigos de Jehová se exterminen con sus propias espadas.
Miserable de mí si Dios es una farsa. Pero si Dios es real, ay de los enemigos del Señor.
No te han visto jamás mis ojos pero te veré. Muy firmes son tus testimonios, tu palabra de honor más preciosa que todo tesoro, es inquebrantable. Tu justicia y rectitud, admirable son. Muchos aventuran sus vidas sin garantía alguna. Quien en ti la aventura, bienaventurado es.
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