Translate

viernes, 30 de marzo de 2012

DETALLES PODEROSOS DE LA VIDA DEVOCIONAL (1)

Santo Domingo, República Dominicana. 30/mar/2012



Dios nos envía espíritu de oración y cuando sucede, oramos con fervor, pero este estímulo divino es solo el motor de arranque, porque el motor que mantiene la marcha somos nosotros mismos, pero solo respecto a la búsqueda, porque ésta es la cuota que se nos ha pedido que cumplamos porque, claro, sin Cristo nada podemos hacer, sino esto que parece la excepción, y es buscar su rostro lo cual está a nuestro cargo.

Una vez encendido nuestro motor ( nuestras almas), luego el motor de arranque (el impulso divino), se apaga, o parece que se apaga y nuestras almas deben hacer lo que tienen que hacer para mantener la marcha. Un motor de arranque se apaga. El Espíritu Santo de Dios nos impulsa y se mantiene en nosotros obrando, aunque parece que vamos solos. Es cuando al levantarnos en la madrugada el sueño parece de muerte. Cada átomo de nuestra carne nos ruega que sigamos durmiendo, que el sacrificio es muy grande, hasta te dice: Dónde está Dios a quien tú dices que le estas hablando? No será que estás perdiendo tu sueño mientras todos disfrutan del suyo placenteramente ?

Si oyes la voz de la carne, dormirás y en corto tiempo las consecuencias de estar vacío al venir las pruebas, en el mejor  de los casos te llevan nuevamente de rodillas. Ahora, a hacer oraciones de emergencias. ¡ Que mal ! Ya que pudiste estar listo para vencer al diablo en el nombre de Jesús y con el poder de Jesús. 

Si es bueno orar con espíritu de oración, también lo es orar con 7 toneladas de sueño en la espalda. ¡No vayas a olvidar este detalle!

Pero aunque parece que lo único que está a nuestro cargo es la búsqueda del rostro de Dios, en realidad no es así. Aún esto está en las manos de Dios, sólo que el Señor quiere ver en nosotros el máximo de esfuerzo en buscar su rostro. Repito, aún empleándonos al máximo, sin Dios no podríamos orar ni un segundo. De manera que no queda absolutamente nada a nuestro cargo con lo que pudiéramos gloriarnos. Todo el mérito real es de Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario