LA IRA DE DIOS DESCIENDE SIN TOCAR A LOS SUYOS

Santo Domingo, República Dominicana. 15/mar/2012

Desde que comencé a preguntar a quienes me instruían en la palabra acerca del tema de la gran tribulación y el de las siete plagas postreras (Apocalipsis, capítulos 15 y 16), siempre me repelían con inferencias extra-bíblicas, suposiciones, y conjeturas. La enseñanza errónea de estos dos temas han llevado al pueblo a una gran confusión. La ira de Dios y la ira de la bestia, son iras diferentes en el objeto que la recibe. La ira de Dios cae sobre el impío, la ira de la bestia cae sobre el creyente. La ira de Dios desciende sin tocar a los suyos. Esa es mi interpretación de Apocalipsis 3:10. Es la única cita bíblica que se suele utilizar para rebatir mi posición. Y no saben que esta cita confirma todo lo que he venido diciendo todo este tiempo. Apocalipsis 3:10 dice así: "Te libraré de la hora de la prueba que viene para probar a todos los hombres" ; pero los que contradicen, dicen que el pueblo no pasará la gran tribulación basándose en este texto. Dicen que el rapto tendrá lugar antes de la gran tribulación; pero hacer esta afirmación conduce a un absurdo que consiste en afirmar que Cristo vuelve dos veces más, no una vez más. Antes de proseguir quiero establecer bien claro una cosa:

En el levantamiento masivo de los muertos en Cristo y de los vivos en Cristo (EL RAPTO) , la persona física de Jesús estará presente.

No hay levantamiento sin la presencia de Jesús. (...porque el Señor mismo...)

Prosigo. Afirmar que Cristo vuelve una primera vez para levantar a su pueblo y luego siete (7) años más tarde una segunda vez a levantar a los que no se dejaron sellar es un absurdo, porque Cristo no volverá dos veces más sino una vez más.

Otro absurdo es que dicen que el rapto se lleva a cabo sin la presencia de Jesús. Este absurdo dice que el Espíritu Santo no Jesús raptará al pueblo y que siete (7) años más tarde Cristo viene en persona.

Esto es un absurdo porque no hay levantamiento sin la presencia de Jesús. (...porque el Señor mismo, el Señor mismo, el Señor mismo, el Señor mismo, el Señor mismo, el mismo Jesús, con voz de mando....) Primera de Tesalonicenses 4:16

!Pueblo de Dios! ¿Por qué me dejas solo gritando las verdades bíblicas y te sometes a los CAUDILLOS que no tienen ni parte ni suerte en el reino de nuestro Señor Jesucristo?

Dios guardó al pueblo hebreo en Egipto y la plaga no tocó al pueblo. Dios lo hará otra vez y discriminará entre aquel cuyo dintel esté embadurnado con la sangre del cordero de Dios que quita el pecado del mundo y aquel que no.