DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITU

Santo Domingo, República Dominicana. 30/mar/2012

Un millón de veces he oído decir: "El impío no entiende la palabra, porque las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente. Esto es falso. El aspecto del discernimiento espiritual no es igual al de la comprensión de lo leído. Por ejemplo, cuando la palabra te dice: "Estad siempre gozosos...", quien emplee el sentido común entenderá que debes en la medida de lo posible estar gozoso, mientras que aquel que ni siquiera ha oído hablar del sentido común entenderá que de tu rostro no debe borrarse una sonrisa de oreja a oreja permanentemente. 

El discernimiento espiritual aplica para la información contenida en la palabra que aún no se ha revelado. Reitero, para la información que aún no revelada, porque una vez que se interpreta la palabra y se devela lo velado ya no aplica al discernimiento espiritual, ya no es necesario, pues ya la información no está oculta. Este es  el fenómeno: Hay genuinos cristianos que no poseen aún la habilidad de la lectura comprensiva. Esto estorba en cierto grado el discernimiento espiritual en esta persona, pero a pesar de esto tiene el Espíritu Santo que lo hace percibir cuando el concepto viene o no de Dios. 

En otro orden de ideas, el no creyente no tiene discernimiento espiritual, por esto Dios no les revela los secretos, y sólo comprende lo que se puede comprender con inteligencia sin influencia divina. Sin embargo, una vez que Dios revela al creyente el secreto , y este lo divulga, el no creyente también lo comprenderá. 

El discernimiento de espíritu, además de ser útil para la revelación de la palabra, también es útil para discernir los espíritus: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. ( Primera de Juan 4:1)

Si la palabra de Dios nos manda a probar los espíritus, es porque Dios es quien discierne en nosotros por vía de su Espíritu Santo que mora en nosotros sus templos.