FANFARRONERÍAS, ISAÍAS 5:19

Santo Domingo, República Dominicana. 10/mayo/2012

Crecí en un barrio de la capital de Rep. Dom. Mi caso es un caso excepcional porque aunque viví en la calle, ya tenía principios morales a los que me mantuve fiel. Sin embargo la violencia parecía un mal ineludible. Mi familia ni siquiera notó que mi vida corrió muchas veces peligro, porque nunca llegaba a mi casa e problema mío, yo lo ocultaba. En la calle recibí violencia y fui violento, y todo se quedaba en la calle. 

 En un ambiente hostil, sin respaldo de nadie, sino de mi mismo, aprendí a caminar con un perfil bajo, no confrontando a los realmente violentos, pero tampoco recibiendo violenica con la guardia baja de parte de nadie.

Otros optaban por la técnica de la fanfarronería. A algunos le resultaba por un tiempo, pero como no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, cuando se presentaba la hora de la verdad, el fanfarrón quedaba avergonzado, porque no era realmente valiente, sino que era sólo ruido.

El fanfarrón procuraba evitar que contra él se hiciera violencia, él nunca tenía la real intención de pelear, pero abría la boca tan grandemente que cualquiera pensaba que siempre estaba dispuesto a matar o a morir.

Hoy en día, hay mucha gente inteligente que aunque no se somete a Jesús y vive en pecado, le pone freno a su lengua y no provoca poderes que él no está seguro de si existen o no, pero la espalda del necio siempre está lista para ser azotada.

Isaías 5:19 dice: " Ellos dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos, acerquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!

La fanfarronería no es nueva, es muy antigua y es la muestra más grande, el indicio más claro de la falta de sabiduría y prudencia. Aunque yo le diga hoy al fanfarrón que no provoque a Jehová, él lo hará, simplemente porque es él no hay sabiduría.

Quienes están plenamente convencidos de que Dios es un mito, es lógico que se expresen como ellos quieran de Dios, porque la nada, el mito, ningún daño podrá hacerles.

El que es ateo después de haber sido puesto entre la espada y la pared, por el Espíritu Santo, las posibilidades de que muera siendo ateo son muy altas. Cuando un hombre ya es ateo y recibe la visitación tiene el chance de ser libre. 

Pero hay un inconveniente que podría estorbar para aceptar a Jesús y es que los ateos tienen en común la arrogancia, la soberbia, la incircuncisión del corazón.