LA TIERRA DONDE FLUYE LECHE Y MIEL

Santo Domingo, República Dominica. 8/mayo/2012

La tierra donde fluye leche y miel. Esta metáfora usa Jehová al referirse a Canaán, la tierra prometida. La generación que cruzó el mar rojo en seco pereció en el desierto por rebelde; sólo entraron a la tierra prometida los que nacieron en el desierto. Dios habló al remanente del pueblo que no pereció en el desierto y les dijo: A estos que ustedes van a echar de la tierra son hombres cuyas prácticas abomina mi alma y por esta razón yo ordeno a ustedes que los echen fuera y habiten ustedes estas tierras.

En el libro de Josué 20:43 dice: " 43- De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella...  45- No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;Todo se cumplió.

Pero en Jueces 2:10 dice: " Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que Él había hecho por Israel." Este pasaje, Jueces 2:10 me llena de tristeza porque me identifico completamente con él; no por mi condición personal, sino por la condición del mundo hoy. Hace 2000 años, Dios se hizo hombre, y ese acontecimiento dividió los tiempos en dos: antes de Él y después de Él.

Los hombres de entonces fueron los más privilegiados; el mismo Jesús lo dijo: "Los profetas anhelaron ver lo que ustedes ven y no lo pudieron ver". Pero ni lo vieron los profetas, ni nosotros, sino los que fueron dichosos de estar en su tiempo. De manera que lo que dice en Jueces 2:10 es muy parecido a lo que se puede decir hoy del mundo, porque el avivamiento fue grande con la iglesia apostólica primitiva; pero el mund de hoy no vió lo que pasó, aunque sabe lo que pasó. Así mismo la gereración de la que se habla en Jueces 2:10.

Israel era uno, y Dios siempre tuvo profeta por medio del cual hablaba. No valió la advertencia del Señor, Israel fornicó una y otra vez. Dios usaba un Juez para darles libertad, pero cuando el Juez moría Israel fornicaba otra vez. En ese va y ven permanecía, hasta la aparición de David con quien el pueblo llega a su máximo esplendor; pero a David le sucede Salomón quien se apartó del consejo de Dios, lo que trajo como consecuencia que el reino fuera dividido en dos, siendo una de estas partes entregadas a un sirviente.

Desde entonces hubo profeta para Judá y otro para Israel. Dos profetas quienes profetizaban simultáneamente, y dos reyes, uno al norte y otro al sur.

Ambos reinos caen (2da Reyes 17:6-7) y (2da Reyes 25:1). Pero en la caida de Israel se da lo siguiente: al caer Samaria el rey de Asiria puebla a Samaria con gente de Babilonia, de Cuta y otros lugares en lugar de los hijos de Israel. (2da Reyes 17:24).

La impureza de los habitantes trajo mortandad a la tierra, pero el rey Asirio toma sacerdotes judíos para que guíen a este pueblo y cese la mortandad. (2da Reyes 17:27). El resultado de esto fue un pueblo como el mundo de hoy,  que supuestamete teme a Jehová pero que al mismo tiempo le sirve los ídolos. (2da Reyes 17:41). Así que los samaritanos no eran puros y tenían sus costumbres que Dios siempre ha abominado. No por capricho el judío aborrecía al samaritano, a tal grado que Cristo utiliza al samaritano para componer una parábola. La parábola del buen samaritano para contrastar. El samaritano aunque judío no era puro.

El mestizaje judío con otros pueblos no era considerado pueblo de Israel. Observe lo que Cristo dice en Juan 4:22.

"Vostros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación  viene de los judíos"

Estos detalles, no puedemos simplemente pasarle por encima. ¿Pero cuál es el punto? Los gentiles tenemos licencia para mezclarnos, pero el judío no. No es una cuestión de creerse superiores, es una cuestión de simple obediencia. Jacob sigue siendo el hijo de Dios y las instrucciones que Dios le dio en ese sentido no caerán por tierra, ni una j ni una tilde. Jacob, revísate y ordénate conforme a tu Dios. Es tiempo de creerle . Hoy te ha hablado nuevamente Dios hija del Todo Poderoso.