MATEO 11:28

Santo Domingo, República Dominicana. 27-mayo-2012

Hoy quiero clasificar a la humanidad en tres grupos. Los que con franqueza admiten su necesidad de Jesús por la condición de pecadores; los que hipócritamente la esconden y los que no sienten necesidad de Jesús.

El franco , aunque abiertamente reconoce su condición, tiene dos movimientos posible: o se somete a Jesús o no se somete a Jesús pero admitiendo ser merecedor de las consecuencias.

El hipócrita tiene la carga de aparentar la no necesidad de Jesús. Sabe que necesita a Jesús, pero por la razón que sea no lo admite y se empeña en aparentar felicidad.

Estos son los dos grupos fundamentales en que podemos ubicar a los seres humanos; pero hay una tercera categoría. Los hipócritas tienden a degenerar en la categoría de los de conciencia cauterizada. Este llega a creer profúndamente en lo que en primera instancia presentaba como pretexto para no creer o admitir la deidad de Jesús.

Pero observese como Dios por medio del profeta desnuda a la humanidad. Isaías 1:4-6...

"!Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué queréis ser castigados aún? ¿Todavía os revelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas..."

Esto fue dicho al pueblo de Israel; pero Dios me ordena hoy que lo diga al mundo. Hay algo que quiero aclarar. Yo no soy profeta. Pero Dios habla hasta usando las piedras. Quienes deben hacer lo que yo estoy haciendo no lo están haciendo, por lo que yo me he ofrecido a Dios voluntariamente. Y el hace conmigo su voluntad. 

!Vengan a mi todos los que están trabajados, cargados y cansados que yo los haré descansar! (Mateo 11:28)