1ra Corintios 7:28

Santo Domingo, República Dominicana. 11-Junio-2012

Primera de Corintios 7:28 "Si te casas no pecas, pero tendrás aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar". Esta es una realidad. Esta realidad me ha puesto a reflexionar muchas veces. En ocasiones he pensado que el estar sexualmente activo ubica al ser humano en un nivel de complacencia de la carne que la vuelve adicta al placer, y esta adicción la hace menos dispuesta a soportar o a luchar contra las aflicciones. En otras palabras: la carne se debilita y el espíritu también. 

Entienda esto: No espero que lo que digo sea aprobado por la ciencia, pués yo estoy convencido de que esto es como lo dice la Biblia por experiencia propia. En una persona sexualmente activa se manifiestan más fácilmente las debilidades de la carne:

• IRRITABILIDAD
• IRA
• CELOS
• DOLORES DE CABEZA
• DOLORES DE DIENTES
• DEPRESIÓN ETC.

De modo que el sexualmente activo usará más la farmacia que aquel que no. Pero esto no debe desalentar a los que quieren casarse; lo único es que deben estar claros que se comeran la masa y los huesos también. Cuando dije que no espero que mi punto de vista, el cual es el punto de vista bíblico, sea aprobado por la ciencia, es porque yo conozco el punto de vista científico sobre la actividad sexual, y de lo que estoy hablando no es de que sea un pecado estar sexualmente activos de manera lícita, como Dios manda, sino que viene la aflicción, y la carne estará espiritualmente más débil. El mismo Pablo recomienda a los casados que de tiempo en tiempo se aparten de mutuo consentimiento para entregarse sosegadamente a la oración. Esto no lo recomienda ningún sexólogo del mundo.

Sea cual sea la razón, el activo sexualmente, tiene menos fuerzas de voluntad y le llegan más aflicciones físicas que cuando no está activo.

Ahora bien, Primera de Corintios 7;28 es una recomendación exclusiva para creyentes de alto nivel. A gente con vivencias en el mundo espiritual y con lazos fuertes con Jesús. Esta no es una recomendación para creyentes nuevos o para no creyentes o para creyentes que no hayan alcanzado madurez.

Si un nuevo creyente sigue esta sugerencia de Pablo en 1ra de Corintios 7:28, a menos que le resulte fácil hacerlo, estaríamos frente a un remiendo de paño viejo en vestido nuevo y el Maestro ya dijo que así no debe ser.